Opinión

Repaso

Desde el carajal de Ignacio Rivera -consejero delegado de la cervecera Estrella de Galicia-, al viejennials de Juan Carlos Escotet, presidente entre otras entidades financieras de Abanca, los empresarios más pujantes acuñan neologismos vinculados a su actividad o la tierra que visitan.

Escotet compartió mesa y mantel con una buena representación de la sociedad ourensana este jueves, poniendo de manifiesto varias características personales más que loables: humildad, inteligencia, preparación y pasión por lo que hace. Un cóctel de cualidades que ha catapultado a un banco que en la actualidad ocupa casi un 80% de la cartera gallega de potenciales clientes.

Pero si hay algo que llamó la atención fue la emoción contenida al mencionar al Santo Cristo de Ourense, cuando sus ojos se humedecieron al recapitular en el popular dicho de las tres cosas que tiene la ciudad, junto a las Burgas y el puente romano.

Remataba el yantar en el Foro de La Región celebrado en el restaurante A Carballeira de Santa Cruz de Arrabaldo cuando a Escotet se le acercó una personalidad esencial de las artes gallegas, el escultor y académico Acisclo Manzano, cuya obra se exhibe a nivel internacional, desde el Museo de  Arte de Basilea hasta el de Arte Contemporáneo de México. Esa proyección internacional del artisca hace que cueste comprender cómo es posible que obras monumentales suyas como la que lleva por título As donas do Varón en un lado de la OU-210 Ribadavia-Cea del Eixo do Ribeiro, permanezcan destrozadas sin que las autoridades competentes -en este caso la Consellería de Ordenación del Territorio y Obras Públicas-, den un palo al agua para restituirlas a su estado original y óptimo desde el momento en el que, siendo de propiedad pública, es la entidad responsable de la custodia  del patrimonio  y su mantenimiento para disfrute de la ciudadanía.

Pero volviendo al presidente de Abanca, tras ilustrar su estrategia para expandir la entidad al resto de España y una internacionalización que ambiciona al mercado norteamericano, también puso de relieve su compromiso con la sociedad gallega en cuando a preservar aquellos servicios heredados aunque fueran propios y exclusivos de la actividad de las cajas de ahorros. La Residencia universitaria de Pontevedra, la Escuela de negocios de Vigo, el Aula de formación nº 1 de Ourense... La entidad mantiene el compromiso con la sociedad gallega sosteniendo en A Coruña, Pontevedra, Santiago y Vigo, relativos al Instituto de Educación Superior Intercontinental de la Empresa, los seis ciclos formativos del Colegio Hogar, los tres de grado superior del CPR Afundación,  así como la internacionalización de estudiantes en acuerdos con entidades educativas como University of Wales, Haute École de Gestion de Genève, Regent’s University London, Dublin Business School, Memorial University Newfoundland de Canadá, University of Applied Sciences of Vienna, Georgetown University o las universidades chinas BISU (Beijing International Studies University) y UIBE (University of International Business and Economics).

A esto se añaden los espacios expositivos, la colaboración en infinidad de actividades culturales, sociales y, por supuesto, los centros de mayores, además de mantener una oficina abierta en más de 80 municipios gallegos donde ningún otro banco tiene representación al priorizar los costes sobre la vocación de servicio. 

Esta es la nueva banca con un renovado compromiso. Tras un acuerdo entre los accionistas por el que adelantaron la liquidación que NovaGalicia Banco adeudaba al FROB (Fondo de Reestructuración Bancaria) y tras sanear y refinanciar la antigua Caja, Abanca se muestra como una entidad pujante, convencida de que la mejor manera de mejorar la economía y el bienestar de los gallegos es fomentando una línea de crédito diversificado que redunde en una banca eficaz y sostenible, que nunca vuelva a darle disgustos a los ciudadanos.

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