Opinión

Solistas de la Sinfónica de Galicia

Hace 30 años nadie hubiese apostado que Galicia, con escasa tradición orquestal, fuese a ser capaz de generar uno de los proyectos musicales más interesantes y de mayor calidad del panorama nacional: la Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG).

Creada en 1992, la maestría de Victor Pablo Pérez la situó en pocos años en un nivel que no había en España. La orquesta fue una apuesta inteligente del Concello de A Coruña que no sólo se quiso dotar de una buena formación musical sino que también creyó en un proyecto de alto valor cultural como embajador de la ciudad: si A Coruña (y, cómo no, Galicia en general) era capaz en poco tiempo de generar un proyecto así, de qué no sería capaz.

A partir de allí la OSG se embarcó en giras nacionales e internacionales, siendo la primera (y creo que única orquesta española) que ha tenido un contrato de varios años con un festival internacional como es el italiano Rossini Opera Festival, en gran parte con la ayuda del recientemente desaparecido y muy añorado Alberto Zedda.

Además, desde el principio se consideró que la OSG debía ser un proyecto que cubriese aspectos sociales como era la educación -dando pie a un proyecto como es la Joven Orquesta que ha formado a varias generaciones de músicos gallegos-, los coros, etcétera.

Para poner en marcha un proyecto semejante, el a la sazón alcalde coruñés, Francisco Vázquez, dio libertad absoluta a Victor Pablo Pérez en la contratación de músicos. Al principio hubo cierta inquietud porque muchas de las plazas las conseguían extranjeros, pero finalmente se entendió que eran los mejores músicos que se podían conseguir. Con el tiempo la mayoría de estos músicos se establecieron en Galicia, crearon familias, y hoy en día son gallegos por muy extranjeros que sean alguno de sus apellidos.

Un grupo de estos músicos, en concreto un quinteto de solistas de viento de la OSG, serán los protagonistas del concierto de Enclave de Cámara de hoy jueves, día 11 de enero. 

El programa agrupa a compositores clásicos, como Mozart o Rossini (¡qué no saben estos músicos de Mozart y Rossini, cuando han tocado gran parte del repertorio de ambos!), pero las obras son poco conocidas para el gran público. ¿Por qué? Pues claramente porque no hay tanto repertorio de cámara para instrumentos de viento y, en consecuencia, se programa menos, con lo que hay menos oportunidades de escuchar este fantástico repertorio.

Bien vale la pena aprovechar esta oportunidad de escuchar a magníficos músicos tocando un repertorio que tardarán en volver a ver programado.

¡Que disfruten!

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