Opinión

Todo es según el humor con que se lee

Poco importa si te hace gracia o no, el caso es que no te deje indiferente.

Dicho esto, vamos allá. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar". Lo dijo Machado.

El hombre que trabaja, lo mismo que el que se pasa la vida oyendo tangos, cuando llega el fin de semana -cosa que viene sucediendo matemáticamente cada cinco días- necesita descansar, porque igual fatiga el trabajo que los tangos, aunque, en ocasiones, fatigan más los tangos que el trabajo.

¿Y qué mejor cosa que enfriar una carretera dentro de un potente automóvil o a hombros de un robusto agricultor llamado Saturio, que, por cierto es una especie a extinguir, y dale que te pego, recorrer el país para conocerlo?.

Conocer el país es averiguar los nombres exactos de los alcaldes que no pronuncian la erre, y estar al tanto de la multitud de gallinas que hacen "clo-clo".

El ciudadano que no conoce su patria, es como el bombero que se asusta de un mechero de gas.

Hay que cultivar el turismo, ya bien sea en coche, en burro, a hombros de un robusto agricultor o en un catamarán. Porque, cultivar el turismo es vivir.

Y no olviden que ingleses, americanos, chinos, paganos, cristianos: sobre la tierra todos somos turistas.

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