Opinión

Se decide el futuro de España

Ha sonado el gong para Podemos, que inició el fin de semana manteniendo una confrontación interna de consecuencias imprevisibles; ha sonado el gong en el Partido Popular, donde las aguas bajan tan serenas que celebra su congreso con solo un par de puntos que provocan morbo: ver qué posición se toma sobre la gestación subrogada y saber cómo se va a llamar el cargo que ocupará Fernando Martínez Maíllo, que a partir de ahora será el número tres del partido. Y no ha sonado el gong para el PSOE, pero tiene una cita importante, el acto organizado en torno a Susana Díaz con alcaldes de todos los puntos de España. O, al menos, espera la presidenta andaluza que vengan de todos los puntos de España. 

En estos momentos se está decidiendo el futuro político de España, se toman iniciativas que marcarán el inicio del declive de algunos de los tres partidos hoy mayoritarios … o su potenciación como formaciones sólidas, seguras y estables.

El congreso del PP será una balsa de aceite. Nadie se plantea hoy hacer sombra a Rajoy, y todo lo más miden sus gestos quienes juegan a largo plazo, a la sucesión. Además, los congresos de los partidos que gobiernan suelen desarrollarse en un clima de respaldo sin fisuras al presidente, no vaya a ser que los problemas internos pongan en juego su despacho en La Moncloa y todo lo que eso significa para un proyecto político y, también, en el reparto de altos cargos. 

En el congreso del PP nadie de los que cuestionaba que Cospedal compatibilizara la secretaría general con un ministerio hará una sola crítica, la nueva ejecutiva será respaldada por amplia mayoría, y a Rajoy se le hará la ola para que continúe al frente del PP el tiempo que considere conveniente; aunque se han escuchado voces -no solo de Ciudadanos- que en estas semanas últimas han mencionado la conveniencia de limitar los plazos de permanencia en el gobierno. 

El congreso del PP es el punto de partida de algo que preocupa, casi más que la cita de este fin de semana, a dirigentes y militantes del partido: los congresos regionales y provinciales. Ahí sí que veremos lucha por el poder, sobre todo en regiones en las que el presidente del gobierno regional no es el presidente del partido, como ocurre en La Rioja y Murcia, donde se han producido roces en la bicefalia. En los pasillos de la madrileña Caja Mágica, con toda certeza se configurarán candidaturas regionales y se buscarán apoyos para esos congresos de dentro de pocos días.

SUSANA Y LOS ALCALDES 

Susana Díaz celebra este sábado un acto importante para quien aspira a la secretaría general aunque todavía no ha anunciado su candidatura, aunque en Ferraz y donde no es Ferraz no dudan que la presentará. Entre otras razones porque aquellos que promovían la candidatura de Javier Fernández, que está haciendo un trabajo relevante como presidente de la gestora, se han encontrado con la negativa firme del asturiano, que aparentemente es inamovible. Y hay que incluir lo de aparentemente porque en política muchos asuntos graves se resuelven en el último minuto.

La presidenta andaluza necesitaba tener presencia en este fin de semana de protagonismo absoluto de PP y Podemos, así que el alcalde de Vigo, presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, organizó un acto de apoyo en Madrid que Abel Caballero espera que sea multitudinario, que se pagarán cada uno su viaje a Madrid. 

Susana Díaz está obligada a llenar, atiborrar, el pabellón madrileño de la ONCE para presentar una imagen que se contraponga a la de Pedro Sánchez. Patxi López en cambio apuesta por reuniones más pequeñas con militantes y representantes de distintos sectores sociales. Pero, para Díaz, si finalmente se presenta, el rival no es López, sino Sánchez, y el acto de este sábado es fundamental para callar voces críticas y para que se la vea como una candidata con predicamento entre los militantes.

DUELO A MUERTE

Y este fin de semana se sabrá cómo acaba el duelo entre Pablo Iglesas e Íñigo Errejón. No es a primera sangre, sino a muerte. Solo uno de los dos podrá sobrevivir a la lucha sin cuartel que mantienen desde el pasado otoño. Han echado mucha leña al fuego sus respectivos núcleos de poder, sobre todo los de Iglesias, con Irene Montero a la cabeza, Pablo Echenique y Juan Carlos Monedero, todos ellos de verbo hiriente aunque por el lado de Echenique Tania Sánchez y Rita Maestre no se han quedado muy atrás. Aunque lo que más ha afectado a los pablistas ha sido una carta abierta escrita por Luis Alegre -que apoya a Errejón- que era todo un torpedo en la línea de flotación del secretario general. 

Los propios Iglesias y Errejón han perturbado aún más el clima con declaraciones encendidas y descalificatorias, por no hablar del rifirrafe que protagonizaron en el Congreso de los Diputados discutiendo acaloradamente en sus escaños. Todavía contiguos, uno de los asuntos que se decidirá en Vistalegre 2 es el futuro de Errejón si pierde el combate, y todo el mundo da por hecho, y él mismo, que se quedaría sin la portavocía de su grupo parlamentario.

En función de quien gane la guerra cruenta podemita, se concretará su actitud en los próximos meses y años. Errejón quiere que la actuación política se centre en el parlamento, lugar en el que se aprueban o rechazan las leyes que cambian un país, se establecen pactos y acuerdos, e incluso pautas de comportamiento. Iglesias sin embargo admira lo justo el juego parlamentario y pretende que el partido crezca en la calle, en los movimientos antisistema y antiglobalización, origen del partido que, en dos años, se ha convertido en el tercero de España y puede convertirse en el segundo si el PSOE no detiene su descenso actual. 

Tan cómodos se encuentran los pablistas con la política de “la calle”, que Monedero, supuesto ideológo del partido, este jueves hacía unas declaraciones en Onda Cero en las que además de ningunear el papel del Parlamento, criticaba a quienes en Podemos habían abandonado la estética del partido, camisetas y camisas, para vestirse como se visten los socialistas y a veces incluso se ponían chaqueta. Es evidente que ese tipo de argumentos tan poco convencionales, de tan escasa enjundia política, no contribuye a serenar los ánimos en el sector de Errejón. 

Lo que no preveían Iglesias ni Errejón era la escasa participación de quienes se han inscrito para votar. El jueves por la noche era tan bajo el porcentaje que la dirección actual de Podemos decidió ampliar el plazo de votación unas horas, para no pasar por el bochorno de que un partido que se presenta como el más participativo, no alcanzara unos niveles aceptables de afiliados decididos a votar con una fórmula singular: los inscritos pueden votar varias vece, pero solo una papeleta es válida, la última.

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