Opinión

El deporte nacional

Cuando llegan los tiempos electorales aparece lo peor de cada casa. Sin embargo, aunque las rivalidades y promociones injustas han sido moneda corriente en ocasiones anteriores en mayor y menor medida, los veteranos no recuerdan bajezas como las que se viven estos días.

Algunos de los que adivinaban que no se iba a contar con ellos, anunciaron previamente que se retiraban de la política, han pasado a segundo plano con elegancia. La que ha faltado a algunos dirigentes,  que ni siquiera han comunicado a los no elegidos que no iban a ser elegidos, sin la menor consideración hacia quienes llevaban mucho tiempo trabajando lealmente para su partido y para España. Simplemente les han dado a entender a través de los medios de comunicación que había que dar paso a otros; incluso han utilizado la palabra regeneración, como si los que se van no tuvieran una hoja de servicios impecable. Lo que de verdad pretenden esos dirigentes de diferentes partidos es dar paso a gente de su cuerda.

Los ciudadanos saben y adivinan sin mucho esfuerzo qué hay detrás de cada eliminación y cada fichaje. Valga el ejemplo de la exconsejera y expresidenta de las cortes de Castilla y León, Silvia Clemente. Se ha despedido del PP con una carta de absoluta insolencia hacia el candidato a la presidencia del gobierno regional. Cantidad de militantes preferían a Silván en lugar de Mañueco, pero aceptaron el resultado de las primarias. Clemente no, pero además ha cometido la desfachatez de vincular su despedida del PP con su rechazo a Mañueco… cuando ya había pactado con Ciudadanos nada menos que la candidatura al  gobierno regional. Lo que también dice poco de Ciudadanos, que no tiene en cuenta a quienes han trabajado para Cs desde hace años y coloca en lo alto de la lista a una persona que no lleva ni veinticuatro horas en el partido… al que ha llegado porque no le iban a dar tanta cancha en el PP como  hasta ahora.

Ciudadanos pesca donde puede y desprecia a los que se han dejado la piel por Rivera; igual ocurre con Vox, con el mismo oportunismo que Ciudadanos, mientras PP y PSOE  se deshacen de los  que cuentan con mejor historial  y promocionan a los que bailan el agua a los nuevos dirigentes. 

A Pedro Sánchez le gusta el famoseo, habrá que ver qué resultado da Pepu como candidato a la alcaldía de Madrid; los había mucho mejores en su partido, pero no eran sanchistas. En cuanto a  Podemos, le abandonan  las confluencias porque quieren tener luz propia, y  le abandonan también los suyos, desencantados  por el modo que tiene Iglesias de imponer su criterio.

Los candidatos que se anuncian no provocan entusiasmo, y si el Congreso  actual tiene un nivel que deja mucho que desear, el que se avecina es todavía peor.

El enchufismo es el deporte nacional… y así nos va.

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