Opinión

Esto se pone feo

El asunto se le complica a Pedro Sánchez, se pone feo para el presidente de gobierno. Si estuviera en la oposición, ya habría exigido mañana tarde y noche que dimitiera de forma inmediata e irrevocable el dirigente político que presentó una tesis doctoral que o resiste la mínima revisión por parte de un tribunal, tiene escasez de páginas, nula investigación... y exceso de trabajo procedente de documentos no mencionados. Por no mencionar los rumores de que ha sido escrita por una persona amiga o contratada por Pedro Sánchez. 

La tesis ya estaba siendo buscada hace más de un año sin que apareciera por ninguna parte, lo que provocó toda clase de especulaciones, y cuando finalmente Sánchez se vio obligado a hacerla pública, se confirmaron las sospechas: su contenido era idéntico al de un libro firmado por el ex jefe de gabinete del exministro Miguel Sebastián, Carlos Ocaña, que añadía a Pedro Sánchez como uno de los colaboradores. Con un agravante que deja a Sánchez en una situación imposible: varias páginas son directamente un "corta y pega" de la conferencia del  actual embajador en Australia, al que ni mencionan  en el libro-tesis ni pidieron autorización  para copiar su texto.

Es lógico que la oposición exija explicaciones. El propio Pablo Iglesias, que  actúa como si fuera el vicepresidente de gobierno pues de él depende que Sánchez pueda sacar adelante sus decretos ley, ha criticado la tesis  del presidente, y la califica de “cutre”. Iglesias sabe muy bien qué es una tesis doctoral, o al menos debería saberlo, es profesor en la Complutense. Y, como infinidad de españoles, no se conforma con los argumentos esgrimidos hasta ahora.   

El presidente, de momento, ha expresado su disposición a comparecer en el Senado si lo pide formalmente el PP, y aunque hay quien va más lejos y pretende que el presidente presente su dimisión, es exagerar demasiado aunque casos de dimisión por plagio se han dado en países de nuestro entorno. Pero en España ese tipo de cosas no ocurren, la manga ancha está a la orden del día, con Sánchez y con quien no es Sánchez. Aunque en buena ley habría que exigir a los socialistas que sean tan estrictos  con el comportamiento de su gente como lo es con la gente de otros partidos.

Los colaboradores de Pedro Sánchez se echan las manos a la cabeza con  la polémica sobre el doctorado del presidente, pero si son coherentes con su posición tan drástica con las titulaciones de miembros del PP, algo tendría que hacer Pedro Sánchez para que a los españoles se les quite el mal sabor de boca que ha provocado la forma en que se ha llevado el asunto de su tesis doctoral porque, aunque le irrite que se ponga en cuestión su trabajo, su tesis está plagada de irregularidades se mire por donde se mire y se lea por donde se lea.

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