Opinión

Juanma Moreno, presidente

Desde que firmó el doble acuerdo, con Ciudadanos por una parte, con Vox por otra, ni juntos ni revueltos, estaba cantado que Juanma Moreno tenía vía libre para convertirse en el nuevo presidente del gobierno andaluz.  

No le cambió la cara, pero sí el verbo. En la segunda y definitiva sesión parlamentaria,  previa a la votación que le convertiría en presidente, Juanma Moreno asumió un espíritu institucional que nunca había mostrado. Hasta el punto de que pidió a los suyos que no dejaran nunca de ser críticos con el gobierno, pues tenían la responsabilidad de trasladar al nuevo gobierno la voz de la calle. 

Por supuesto, Moreno dedicó parte de los últimos momentos antes de convertirse en presidente, a los agradecimientos. Al apoyo de su partido y sus compañeros, con significativa mención a Javier Arenas y Teo Martínez. Significativa porque podía tener una segunda  interpretación: el camino hasta convertirse en presidente andaluz no ha sido fácil para Moreno,  diversos dirigentes andaluces y nacionales le pusieron la proa aunque ahora todos se apuntan a la foto, y quería destacar que en ese camino plagado de baches nunca le faltó el aliento del  ex vicepresidente de gobierno y la ex alcaldesa de Cádiz . Como no le faltó el de Mariano Rajoy, al que tanto se criticó dentro y fuera de su partido por apostar por Moreno como presidente del PP andaluz; ni tampoco el apoyo de Sáenz de Santamaría, en su caso más institucional que otra cosa, pues nunca Soraya tuvo capacidad decisoria en el partido. Es muy significativo que Soraya, que no tiene previsto acudir a la convención del PP este fin de semana, sí haya querido estar en la toma de posesión de Moreno Bonilla.

Las intervenciones del debate de investidura siguieron el guión que cualquier habría previsto. Juan Marín hizo un alegato contra los populismos y advirtió que su compromiso con Moreno se circunscribía a los 90 puntos del pacto de gobierno, que en otras iniciativas el nuevo presidente tendría que buscarse la vida para conseguir respaldo parlamentario. El portavoz de Vox, Francisco Serrano, arremetió  contra la "ideología de género", mientras el PP  prometió luchar "contra la lacra de la violencia de género". 

Si se cumplieron las  previsiones de que Moreno incidiría en la promesa de regeneración democrática, también fue previsible Susana Díaz al insistir en la derechización del nuevo gobierno acusando a Moreno de pactar con "los herederos del franquismo", y reivindicando que era ella y su partido quienes habían ganado las elecciones, aunque no puso en duda la legitimidad del gobierno de Moreno Bonilla. Teresa Rodríguez buscó titulares al decir que Moreno va a presidir "un gobierno de fondos buitre". La dirigente de Adelante Andalucía no pudo extenderse  demasiado, su embarazo le jugó una mala pasada.

Mal que le pese a la izquierda andaluza, Moreno Bonilla se ha convertido en presidente. No lo tiene fácil. Como él mismo dijo, le mirarán con lupa.

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