Opinión

Pablo Iglesias se la juega

Hubo un líder de la oposición que presentó una moción de censura, Felipe González, y gracias a ella logró demostrar que era un político riguroso, con proyecto,  con enjundia y sentido de Estado.  Esa moción, que perdió, sirvió sin embargo de catapulta para convertirse después en el presidente más votado de la historia con 202 escaños.

Hubo un líder de la oposición, Antonio Hernández Mancha, que al poco de ser elegido presidente de Alianza Popular, presentó una moción de censura que sirvió para que España entera conociera su escasa altura política, su falta de discurso, su mediocridad.  Apenas dos años después fue defenestrado por los suyos, Fraga regresó de sus cuarteles de invierno para promover el cambio en la cúpula, que se hacía imprescindible.

Pablo Iglesias tiene ahora en su cabeza la imagen de Felipe  González, pero puede salir convertido en Hernández Mancha. Las  prisas, que siempre son malas consejeras. Es inaudito que una moción de censura la presente el líder de la tercera formación política, que no tenga unos mínimos apoyos previos que le salven la cara, y  que lo haga además cuando su partido sufre fuertes tensiones indisimulables  y los sondeos pintan que ha perdido fuelle en los últimos meses.

Mal que le pese a Pablo Iglesias, dotado de una vanidad exacerbada, la expectación del debate estará puesta en las intervenciones del portavoz socialista, para ver si se capta algún síntoma de cómo respira el nuevo PSOE de Pedro Sánchez  respecto a su relación con Podemos. Y estará puesta también en el grado de virulencia que utilice el portavoz del PP para responder a Pablo Iglesias y a Irene Montero, que será la telonera de Iglesias. Rafael Hernando es un parlamentario  que no se arredra ante el peligro ni lo que se considera políticamente correcto.

 Pedro Sánchez no es diputado, pero  se juega mucho en esta moción.  Podemos intenta  comerle el terreno y los votos, y para mantenerse al frente del PSOE él debe comer el terreno y los votos a Podemos, así que su posición ante la moción es muy singular, porque  está obligado a marcar distancias con Rajoy pero no puede hacer el menor gesto de apoyo a Podemos.  Sin embargo no todo el PSOE está de acuerdo con la abstención,  defienden  un voto negativo y rotundo a un Pablo Iglesias si quieren ganar elecciones.  

Se celebra el debate con un telón de fondo peligroso para Pablo Iglesias:  el independentismo catalán y la puesta en marcha del referéndum con acusaciones contra España que solo engañan a quien no quieren enterarse de cómo funciona una  democracia. Empezando por Guardiola, al que más le valdría conformarse con su importante papel de deportista en lugar de meterse en charcos que ensucian su biografía.  

Pablo Iglesias está en contra de la independencia de Cataluña y a favor del referéndum aunque sea ilegal. Con toda seguridad, portavoces habrá en este debate que le sacarán los colores. 

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