Opinión

Primarias a cara de perro

Ni Su, ni Sa, ni Pa, dicen los socialistas a los que no gusta ninguno de los tres candidatos. Ni Susana, Ni Sánchez ni Patxi parecen destinados a devolver al PSOE la ilusión perdida, además de los mucho votos que se han quedado en el camino y que han dejado al partido como hoy se encuentra: maltrecho y dividido hasta el punto de provocar un profundo desgarro interno que parece insuperable. Se buscan culpables del desaguisado, unos señalan a Zapatero y otros a Pedro Sánchez, pero sea cual sea, que probablemente no son los únicos, lo que parece incuestionable es que si el que gane las primarias no cuenta con el respaldo de los perdedores para remar todos juntos, el PSOE tiene poco futuro. Y, la verdad, no es fácil imaginar a Susana Díaz y Pedro Sánchez sumando esfuerzos para tratar de salvar un partido que a pasos agigantados está dejando de ser el principal referente de la izquierda. 

Patxi López es caso aparte, al ex lehendakari no se le va de la boca la palabra unidad, que pronuncia con convicción y da credibilidad a sus declaraciones sobre su intención de ofrecer su colaboración a quien gane las primarias o de ofrecer a Susana y Pedro trabajar de forma conjunta si es él quien se convierte en el próximo secretario general del partido. López es consciente de que todos los focos se centran en sus dos rivales, pero más vale ser cauto a la hora de hacer predicciones: algún sondeo hay, encargado por una empresa relevante, que indica que puede ser el ganador. Se trata de un sondeo realizado entre militantes del PSOE, no entre votantes como la de “El Mundo” hace dos semanas y que colocaba en primer lugar a Pedro Sánchez seguido muy de lejos por Patxi López y, después, por Susana Díaz. Que en esas fechas todavía no había anunciado su candidatura. 

SEGURIDAD EN susana díaz
Lo hará de forma oficial el día 26 en un gran acto que se celebrará en Madrid, pero desde el pasado domingo, cuando se anunció ese acto, ella misma ya asume que será candidata aunque no lo dice abiertamente. Lo más lejos que ha ido ha sido responder a una militante que le preguntaba si iba a compaginar la secretaría general del PSOE con el gobierno andaluz, y le dijo que podía asumir perfectamente las dos responsabilidades. Esa decir, confirmaba su candidatura … y daba por hecho que iba a ganar las primarias. Que está por ver.

De momento lo que se ve es que los tres candidatos se miran con desconfianza y que Pedro Sánchez no se fía de la obligada neutralidad de la gestora. Cree que apoya a Susana Díaz y probablemente no se equivoca, pero mientras se trate de simpatías o sentimientos que no se traduzcan en apoyos concretos nada puede criticar el ex secretario general. El lunes se celebrará en Ferraz una reunión con los tres candidatos para que trasladen a los miembros de la gestora sus inquietudes, sus propuestas y sus preguntas, además de escuchar las explicaciones de la gestora sobre cómo plantean la celebración de las primarias.

La gestora, por lo que se ha podido averiguar hasta ahora, cerrará el censo de militantes el mismo día que el comité federal declare abierto el proceso de primarias, que previsiblemente se celebrarán en mayo. Entregará a los tres candidatos el censo para que puedan dirigirse directamente a los votantes y que puedan también si ejercen su derecho al voto. Tendrá que ser presencial, para lo que las agrupaciones habilitarán los lugares necesarios para que todos los militantes censados puedan acudir sin necesidad de recorrer demasiada distancia. En esos lugares habrá interventores de los tres candidatos, que controlarán el proceso electoral y el recuento. Pedro Sánchez quiere que se permita el voto telemático, pero la gestora lo descarta, debe ser presencial.

SOMBRAS DE SOSPECHA
Un elemento importante del proceso es la financiación y, aunque es algo a decidir en la reunión del lunes, en el ánimo de la gestora está que la financiación de las tres candidaturas esté supervisada por Ferraz, a través de cuentas a las que tenga acceso la gestora. Una propuesta que Sánchez no acepta, no quiere que Ferraz controle los ingresos a través del crowfounding. 

En esa sede socialista se advierte preocupación por el empeño de los sanchistas de extender una sombra de sospecha sobre el proceso pero, también, porque desde hace un tiempo se ha producido un incremento considerable de militantes, lo que no encaja con la situación actual del partido, falto de poder y con indudable desánimo. Al analizar esas altas han llegado a la conclusión de que un porcentaje procede de sectores cercanos a Podemos, lo que indicaría que desde la formación de Pablo Iglesias se podría estar intentando influir en el proceso socialista… o favorecer a un Sánchez que busca acuerdos de gobierno con Podemos. Es algo que algunos socialistas mencionan en voz baja y con preocupación, pero confiesan que no tienen más prueba que su propia intuición. 

Sánchez es el primero que saltó a la arena, con un ánimo exultante después de semanas en los que se dejó llevar por el desánimo y pensó seriamente en dejar atrás su etapa política. La respuesta positiva de simpatizantes que acuden en masa a sus mítines, así como el apoyo de un grupo destacado de incondicionales le hizo pensar que parte como ganador, y transmite optimismo por todos los poros. No cuenta con apenas respaldos institucionales, apenas otros que el de la presidenta balear Francina Armengol, pero está convencido de que la militancia es suya.

Algo que molesta profundamente a sus adversarios. Patxi López cuenta con un buen equipo, dirigido por los que fueron de Sánchez, Oscar López y César Luena, y además de apoyos en el País Vasco, Murcia y parte de Madrid, hasta hace pocos días se daba por seguro que el PSC -que se ha declarado neutral- le votaría de forma mayoritaria, aunque ahora parece que se inclina más por Pedro Sánchez. Este último confía sobre todo en Andalucía, donde se produce la paradoja de que es la comunidad en la que se centra su fuerza a pesar de ser el feudo de Susana Díaz. Ahí tiene una fuerte red con dirigentes que no son del círculo de Díaz.

 Susana Díaz no piensa dejar el gobierno andaluz y solo dimitirá cuando se aproxime la fecha de las elecciones generales. Que, por cierto, se celebrarían a muy corto plazo si las primarias del PSOE las ganara Pedro Sánchez: sabe Rajoy que con Sánchez de secretario general no tiene ninguna posibilidad de sacar adelante ningún proyecto de ley, no podría gobernar. El revés sufrido con la ley de la Estiba sería nada comparado con el bloqueo sistemático al que le sometería Pedro Sánchez.

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