Opinión

El PSOE visualiza su ruptura

Eduardo Madina y José Carlos Díaz  han renunciado a defender la ponencia marco que habían elaborado para debatir en el congreso del PSOE que se celebrará dentro de tres semanas. Conscientes de que  se van a echar atrás la mayoría de sus propuestas,  el diputado y el economista prefieren hacer mutis por el foro. Las primarias han echado abajo su proyecto, el que representaba la Gestora y Susana Díaz. Con Patxi López se podían llegar a acuerdos, pero uno y otro, como la casi totalidad del PSOE, están convencidos de que con Pedro Sánchez se iniciará la demolición del actual PSOE.

Poco más de 74 mil militantes han echado abajo la historia del PSOE de los últimos cuarenta años. Un tuit de Sánchez, al poco de conocerse el resultado, es revelador: “Hoy comienza todo, y me comprometo a ser el secretario general de todos los afiliados y afiliadas del PSOE”. Nada dice de los votantes. Lo que llama la atención. Imposible no recordar el comentario de un veterano dirigente socialista que ha apoyado abiertamente a Susana Díaz, y que la mañana siguiente a conocerse el recuento, comentaba  que 70 mil afiliados habían puesto su confianza en Pedro Sánchez, pero nadie mencionaba a los millones de votantes. Se han dejado cuatro millones en el camino en tiempos de Zapatero y casi dos millones más con Sánchez. ¿Se ganan elecciones con un proyecto que tiene el apoyo de 74 mil militantes? ¿Es que a Sánchez no le importan los votantes?

Se verá en los próximos días qué posición va a mantener respecto a la moción de censura de Podemos, que Javier Fernández ha dejado en manos de Sánchez tras la reunión mantenida este lunes. Pintan bastos para Pablo Iglesias en Podemos, los errejonistas le apoyan con la boca pequeña, En Marea marca cada vez más distancias, En Comú más de lo mismo y Compromís no quiere la moción.  Según con quién se hable del equipo de Sánchez cuenta que a Podemos ni agua, o que con Podemos de la mano para echar a Rajoy a corto plazo. Es decir, ni siquiera los más cercanos saben exactamente qué camino quiere marcar Pedro Sánchez. Quien sigue permitiendo las críticas a Rajoy por no haberle felicitado, cuando sabe muy bien que Rajoy le envió un mensaje el lunes pasado preguntando si tenía un minuto para hablar. Sin respuesta. 

Con este panorama, se comprende que cobre fuerza la idea de que el PSOE, como se temía, no parece que tenga arreglo. Se comprende que Sánchez se haya tomado dos días de descanso, pero como no tome decisiones ya, aclare las dudas que tiene su propia gente, y muestre un poco de generosidad hacia quienes forman parte del partido aunque defendían otras candidaturas, el PSOE no solo no se une sino que se romperá en mil pedazos.  

Con 74 mil militantes aplaudiendo a Sánchez… pero millones de votantes buscando otras siglas.

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