En sus comienzos, al estar situada en las “afueras”, se decidió que era el lugar idóneo para instalar allí el lazareto de la ciudad (leprosería, situada en la esquina de Bedoya con Santo Domingo), por ese motivo se construyó la pequeña capilla dedicada al San Lázaro que se ve en la foto, sobresaliendo entre la frondosa vegetación.
Años después, con la expansión de la ciudad hacia esa zona, se cerró el lazareto, instalándose en la explanada la feria de la ciudad. Es entonces cuando Malingre Parmentier abre su primera fundición en el entorno, para así aprovechar la afluencia de público y dar a conocer su empresa. Finalmente, a comienzos del siglo XX y con el impulso del obispo Illundain, se construye lo que conocemos como gobierno militar (subdelegación de Defensa), y poco a poco la zona se va transformando en uno de los principales focos de atracción de la ciudad. Gobierno Civil, INSS, Sindicatos, entidades bancarias, y como guinda “La Torre”. En la imagen irreconocible. ¿No?
La foto está tomada, aproximadamente, desde donde hoy está Carolina Herrera. La casa que se ve al fondo estaría en el cruce de las calles Juan XXIII y Concejo.
