Opinión

Esquina del parque, 1972

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photo_camera Vista del Parque de San Lázaro.

Sin intención, pero la Torre es evidente que eclipsó a las construcciones que se encuentran en su entorno.
Una de ellas, o mejor dicho varias de ellas, tuvieron que desaparecer para dejar paso al edificio que hoy está en esta esquina, la gente lo conoce como el del Banco Pastor. Como veis, el principal era el que aparece en la imagen, en el bajo estuvo una barbería muchos años, que no se si no sería la “Salamanca” en sus inicios; cerca creo que se encontraba la Sala de Fiestas el Retiro, y en el edificio contiguo (por Curros Enríquez), que también hubo que eliminar para levantar el nuevo,  estuvo la Jefatura Provincial del Movimiento, (antes fue el chalet del Doctor Gil Torre). Por Xaquín Lorenzo cayeron dos casas y se unió el solar que vemos en primer término.

Ahora que lo pienso, para hacer este edificio cayeron cuatro y para hacer la Torre solo uno… la panificadora cívico militar.


San Francisco desde el campanario, 1928


En 1928 uno de los principales temas de conversación en Auria versaba sobre el traslado de la Iglesia de San Francisco desde Cima dá Vila, hasta el parque de San Lázaro. 

20180910180034978_resultEn ese año la comunidad de los Frailes Franciscanos había procedido a la venta de sus terrenos en Vista Hermosa, al Obispado, este proyectaba, como así hizo trasladar a esos terrenos el Seminario y dejar libres las edificaciones de Obispo Cesáreo y Lamas Carvajal. La comunidad propone instalarse en el parque de San Lázaro y para poder contar con servicio religioso, apunta la posibilidad del traslado de su antigua capilla del convento de Cima dá vila, esta lo único que ocasionaba eran gastos y problemas sin tener demasiada utilidad al lado de lo que en aquellos momentos era cuartel de Cazadores de Montaña. 

Con esos argumentos, el Concello, encarga al arquitecto municipal, Conde Fidalgo, la dirección técnica de las obras de traslado. Colocándose la primera piedra en la nueva ubicación en 1929. Para los ourensanos acostumbrados a vivir constantes movimientos de fuentes, estatuas y demás mobiliario urbano probablemente les pareciera algo normal, aunque si tenemos que ser sinceros, en esta ocasión la mudanza era de bastante más complejidad.
Supongo que con ánimo de inmortalizar la situación original de la iglesia, Augusto Pacheco decidió subirse al campanario de la catedral y obtener esta original fotografía.

Si os fijáis veréis también la capilla que tienen las Carmelitas en la plaza del Corregidor.

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