Opinión

Catalanes algo locos

En la manifestación en Barcelona de este sábado con miles de catalanes que desean seguir como españoles alguien con un megáfono gritó que los líderes independentistas, Puigdemont y Junqueras, están “algo locos”. La respuesta fue masiva al gritar quien lo había oído “¡Muy locos!”, “¡Loquísimos!”, “¡De atar!”. 

Pueden tener razón, pero más que locos son falsarios: el presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, y su vicepresidente y líder de ERC, Oriol Junqueras, expusieron un día después en El País un resumen de mentiras para que los lectores apoyaran sus razones para la independencia. Pocos las denuncian públicamente en Cataluña, tan pocos como los entre 6.000 y 15.000 manifestantes del sábado, frente al casi medio millón –conteo objetivo con drones—de las manifestaciones independentistas más nutridas.

El artículo trataba de demostrar que Cataluña es como Escocia para pedir un referéndum similar, cuando el Reino Unido se llama así porque ese territorio se unió a Inglaterra, Gales y la isla de Irlanda -entonces toda británica- en 1707. Unión cuya Acta prevé la separación, mientras que España no es ningún reino unido, sino un solo país desde el siglo XV -Navarra se integró enseguida- cuya Constitución declara su indisolubilidad y la soberanía de todos los españoles.

La diferencia que existe entre ese medio millón de catalanes que se manifiestan independentistas y los como mucho 15.000 que expresan lo contrario podría radicar en que la verdadera mayoría silenciosa que sabe que la independencia es imposible ni se molesta en salir a expresarlo. Pero que las manifestaciones independentistas consigan tanta asistencia y que quizás la mitad de los catalanes sean ahora independentistas, cuando hace una década no eran ni la quinta parte, demuestra que las mentiras propagandísticas de los “locos de atar” son muy efectivas.

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