Opinión

Cloacas

Ni la lista Forbes de las personas más ricas del mundo, ni los sucesivos rankings que publican cada año los medios de comunicación para señalar a las cien, doscientas o quinientas personas más influyentes de España, ni el Fichero de Altos Cargos. En este país no se es nada ni nadie si no se figura en la lista de los cuatro mil números de teléfono intervenidos y espiados por el excomisario José Manuel Villarejo al parecer por orden del máximo responsable del BBVA, Francisco González, que quería lograrse y lo consiguió de una operación para hacerse con el banco, para lo que se controlaron 15.000 llamadas.  O sea que la banca no solo es un poder fáctico sino que como poder que tiende a la propia conservación también utiliza las cloacas del Estado o sus propias cloacas para tratar de limitar lo que se supone que es su esencia, la libre competencia y el que más chufle, capador. Ni los más conspicuos representantes del capitalismo creen en sus valores. 

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