Los liberales europeos han expulsado de su internacional al PdeCAT, el partido heredero de CDC, el partido de Jordi Pujol, de Artur Mas, del que procedía Carles Puigdemont antes de que se refundara para tratar de camuflar que era el partido del 3% o más, el que hizo de la corrupción un modus operandi en Cataluña durante el régimen pujoliano.
La expulsión del club liberal europeo se debe también a la deriva independentistas que ha tomado el partido. Es decir, por si los "indepes" no se habían enterado y siguen hablando en términos 'fake' de que la Unión Europea les iba a acoger con los brazos abiertos desde el minuto uno posterior a su segregación de España, los liberales se lo han dejado claro: de eso nada. Y tampoco les gustan sus connivencias con los nacionalistas flamencos.
Cuando se acaba de cumplir un año desde la proclamación de la república que no fue, ya ni se acuerdan de llamar a la puerta de la UE. Y peor aún para el PdeCAT, el hueco que dejan va a ser ocupado con mayor presencia por Ciudadanos, el auténtico representante de la derecha liberal en España y su bestia negra en Cataluña.
