Cuando llega la mayoría de edad a los 18 años a muchos niños se les cae la venda de los ojos e ingresan al mundo de los adultos y de las consecuencias sociales y a veces penales de sus actos. A muchos la venda se les cae antes de ese momento y salen del cascarón ya aprendidos. Los que han estado protegidos por las leyes en su inocencia y candor se verán ahora perseguidos por una multitud de micrófonos, y cámaras que les harán añorar su infancia lejos de los focos antes de haber realizado algún acto que les haga merecedores de la atención pública. A Andrea Janeiro se le ha caído la venda negra que tapaba sus ojos y los granos de pixel que ocultaban su rostro. La notoriedad le viene por la "nobleza" heredada de su madre, "princesa del pueblo". Pronto se sabrá si renuncia a ella y defiende su intimidad o si trata de ampliar los dominios familiares. Que acierte en su decisión.
