Si un jubilado cobra una pensión de 1.500 euros y decide trabajar, dejará de cobrar la mitad de ella para percibir menos de mil euros y por lo tanto no le interesará reincorporarse al mercado laboral. Ahora la propuesta es que un jubilado que vuelva al tajo cobre el cien por cien de la paga.
Dos asuntos: el primero, que los parados de larga duración suelen ser los de mayor edad y que cuanto más viejos menos posibilidades de encontrar trabajo después de haber sido laminados en ERE, prejubilaciones, etc… El segundo, que después de haber despedido a los padres para pagar la mitad a los hijos el Gobierno quiere que vuelvan a competir con sus vástagos por el trabajo a mitad de precio si lo encuentran, y así poder seguir manteniéndoles con menos apuros. Vaya.
