Opinión

Suena Michel

Parte de la tribu política y toda la tribu judicial están molestas porque ya se conoce el nombre del próximo presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, sin que lo hayan votado los vocales que serán elegidos por el Congreso y el Senado. El lío es más formal que de fondo, porque no es la primera vez que PP y PSOE pactan ese nombramiento que luego es refrendado por los vocales del CGPJ en uso de su libertad. El caso del previsible futuro presidente del CGPJ, Manuel Marchena, no ha sido único. Ocurrió lo mismo con la designación del juez Carlos Dívar. El nombre de Carlos Lesmes era el que más sonaba en todas las quinielas en la anterior renovación y ¡oh casualidad! acabó siendo presidente. O sea que los vocales del CGPJ de una u otra forma están teledirigidos. Unas veces de forma evidente y otra de forma subrepticia, pero nunca se ha dado el caso de que no saliera presidente el que estaba señalado por el dedazo. En el caso del CGPJ “suena Michel” y sale Michel, lo que no siempre ocurre en el campo deportivo.

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