Opinión

El ¡sí...pero! demográfico

Los titulares de prensa, en Ourense y Galicia, informan al unísono el 1 de agosto: “Los concellos sin nacimientos se duplicaron el año pasado”. “Treinta años con más muertes que nacimientos”. “La natalidad se desploma en Galicia a mínimos históricos…”. “Trece de 313 concellos, la Galicia ajena a la sangría demográfica”.

¿Desolador desierto demográfico el que nos espera? Decir no sería no decir la verdad. Responder sí es cierto, nos invita a tomar medidas valientes, con prontitud y nada fáciles. O quedarnos como don Tancredo, inmóviles, ¡inconscientes! Pero como son 13 los ayuntamientos de Galicia ajenos a la sangría demográfica y, de ellos, dos en Ourense, Barbadás y San Cibrao, que ostentan un saldo vegetativo positivo y los catalogamos de “ayuntamientos vitales”, analicemos motivos de esa vitalidad por si resulta extrapolable su buen hacer… Desde luego que no es fruto de la casualidad.

Observando las características sociodemográficas y sociopolíticas de estos dos “ayuntamientos vitales” de Ourense, constatamos que, el de San Cibrao limita con la ciudad y procuró la construcción de urbanizaciones con viviendas a un precio asequible y una relación calidad-precio buena o muy buena; con lo cual el éxodo desde la ciudad es un hecho, así como familias jóvenes de otros ayuntamientos. De ahí que estemos ante un ayuntamiento donde la pirámide poblacional no está invertida. Pero antes que las urbanizaciones, el “beneficio vital” de este ayuntamiento estuvo y continúa en los polígonos empresariales de Barreiros y, sobre todo, en el Polígono David Ferrer; éste es el área empresarial por antonomasia de la provincia, gracias a la apuesta, allá por 1965, de la Caixa de Aforros Provincial de Ourense. 

Preguntas: 1) Sin aquella apuesta de la entidad crediticia de hace 53 años, ¿estaríamos hoy mencionando la “vitalidad” del ayuntamiento? 2) En el contexto actual, ¿barruntan ustedes alguna entidad bancaria, o no bancaria, dispuesta y en condiciones de realizar una apuesta semejante? 3) ¿O respondemos que el contexto de la década de los sesenta en el siglo XX era mejor y más seguro que el actual? Hubo, eso sí, ¡decisión!

El Ayuntamiento de Barbadás, como el de San Cibrao, limita con la capitalidad de la provincia. Es cierto que no ostenta un polígono de peso como el de San Cibrao. Pero a falta de esas infraestructuras empresariales hubo un alcalde –Freire Couto- que tuvo la visión y decisión socio-política de facilitar para los funcionarios y parejas más jóvenes viviendas a buen precio en relación a la calidad, aprovechando la cercanía a la ciudad de Ourense; lo que resultó y aún resulta muy atractivo, después de veinte años, para atraer gente y, consiguientemente, crecimiento vegetativo y la correspondiente vitalidad.

Implantación de tejido empresarial-industrial, vivienda en buenas condiciones, a lo que añadiríamos servicios complementarios como transporte público, infraestructuras educativas y sanitarias, se me antojan imprescindibles. 

Y en línea con las motivaciones de los ayuntamientos citados: Polígono de hace 53 años y construcción de vivienda hace más de 20 años, que están dando sus frutos, nos aconsejan, sin embargo, que la falta efectiva de recursos, de inversiones o de actuaciones concretas, poco rentables en el corto plazo, económica y electoralmente, tal como se explica en un estudio de la Universidad de Vigo, son un hándicap y no valen. Conclusión: el saldo vegetativo positivo no está huérfano, tiene motivos, que dan resultado a medio y largo plazo.

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