Opinión

El ya eterno problema

El Consejo Europeo informal de Salzburgo tenía como objetivo limar asperezas entre los países miembros de la UE,  que atraviesa momentos delicados por la actitud de Hungría y Polonia de no acatar las decisiones de la Comisión y el Parlamento,  abordar los problemas que supone el incremento de los partidos populistas y euroescépticos, y tomar decisiones sobre la inmigración.  Fue esta última cuestión la que protagonizó la mayor parte de las intervenciones, los debates y la polémica, lo que se explica porque es el origen de  todo lo demás  e, incluso, de  que haya triunfado el referéndum sobre el brexit que se celebró hace más de dos años en el Reino Unido:  las imágenes de las docenas de miles de inmigrantes y refugiados que se hacinaban en Francia tratando de  cruzar el túnel bajo el canal de La Mancha,  fueron decisivas a la hora de votar. Una mayoría de británicos no pensaron en las consecuencias de abandonar la UE,  solo tenían en mente que estaba en riesgo su cultura y su identidad.

En Salzburgo el foco se puso, como siempre,  en los países mediterráneos,  fundamentalmente Grecia, Italia y España, con Francia en segundo lugar.  Las costas francesa no son tan accesibles como las restantes,  más alejadas de la costa sur y este mediterránea. Pero además, la política de Macron satisface a las autoridades de Bruselas, pues el presidente francés es implacable en su decisión de mantener las “devoluciones en caliente”. En su caso, devuelve  a Italia y España  a los inmigrantes que han cruzado su frontera desde estos países para intentar asentarse definitivamente en los países de centro y el norte de Europa, no en aquellos en los que habían desembarcado… a los que son devueltos por Francia, no a los países de origen.

Esta última reunión del Consejo ha evidenciado una vez más que la UE atraviesa una situación muy delicada. Hace un año el problema más preocupante era el brexit y su posible efecto dominó: hoy, no es la salida del Reino Unido lo que quita el sueño a las autoridades de Bruselas, sino que en las elecciones del próximo mayo el auge de los partidos  populistas y xenófobos eche por tierra los principios fundacionales de la CEE, origen de la UE,  y hagan estallar a la propia Unión.

Te puede interesar