Opinión

Las mentiras de Trump

Al cumplirse los seis meses del mandato de Donald Trump, el presidente más controvertido de Estados Unidos, tanto el New York Times como el Washington Post han hecho una recopilación de lo que consideran las mentiras en las que ha incurrido en este breve periodo de tiempo de su mandato, y llegan a la conclusión de que salen más de 4 diarias.

Se equivocan los detractores que, en el balance de estos seis meses, frivolizan respecto al número de mentiras, porque con toda seguridad algunas de ellas son irrelevantes y con esa publicación dan carnaza al presidente para insistir en su tesis de que es el político que ha sufrido con más ahínco una cacería de brujas, que los más importantes medios de comunicación intentan deshacerse de él con datos falsos –alguno ha habido- y que esos medios influyentes defienden intereses que los ciudadanos de Estados Unidos deberían conocer, porque no tienen nada que ver con la información veraz que se supone a un medio de comunicación riguroso.

Trump ha logrado el poco ejemplar récord de ser el presidente de Estados Unidos con menos respaldo popular a los seis meses de mandato. Es por otra parte un presidente sobre el que existen sospechas de que alcanzó la Casa Blanca con la ayuda inestimable del Kremlin, que ha mantenido reuniones ocultas, él mismo y sus colaboradores más cercanos –incluso familiares- con influyentes personajes rusos, que ha laminado a los altos cargos que investigaban esos encuentros, que no ha dudado en deshacerse del consejero de Seguridad Nacional, del director del FBI o del fiscal general que anteponían su responsabilidad institucional a las presiones del presidente, que no ha sabido diferenciar entre sus intereses empresariales y los presidenciales, que ha nombrado a su hija y a su yerno para cargos de la máxima relevancia sin la mínima experiencia previa, entre que ha cometido importantes errores en política internacional y que no cuenta siquiera con el respaldo incuestionable de su partido, hasta el punto de que no ha podido sacar adelante su principal proyecto de gobierno,  la reforma del proyecto de Obama sobre sanidad pública.

Que miente es algo sabido, como sus engaños. Pero son tantos los cargos en su contra, que sorprende que periódicos serios hayan puesto el acento en contar mentiras y hacer la media de cuántas suelta al día. 

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