Indudablemente, el Estado de Derecho, emanado de las constituciones liberales modernas. En todas ellas, subyace el principio divide et impera (divide y vencerás), como garantía de que el propio Estado no viole los derechos del individuo. De ahí, la necesaria división de los poderes ejecutivo (Gobierno), legislativo (Parlamento) y judicial (Justicia). La separación de poderes, su división, sus contrapesos, como garantes de los derechos civiles.
Pero amigo, con tanto en lo que tenemos que ocuparnos, el fútbol, la fiesta, el consumo, los telepredicadores,... no nos damos cuenta de que poco a poco, pero sin duda sin querer, sin malquerencia, y sólo por generosidad, desinterés y para socorrernos para que dejemos de pensar por nosotros mismos, el poder ejecutivo ha ido acaparando más y más protagonismo hasta controlar a los otros dos. Vaya, no nos hemos dado cuenta. Y resulta que, desde la transición, nunca nuestra vida privada ha estado más invadida, nuestros derechos y libertades más conculcados y nunca hemos pagado más impuestos como ahora.
Pero no pasa nada; para esto, nadie sale a la calle a manifestarse. Y ahora vamos a volver a permitir que los políticos conviertan al Consejo General del Poder Judicial en una réplica del parlamento político. Total..., solo nombran a los presidentes del Tribunal Supremo y de las salas correspondientes, a miembros del Tribunal Constitucional y a los Presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia de las CCAA…, qué más nos da.
Hay que ser justos, salvo Ciudadanos, que ha renunciado por principios a participar en la elección de los nuevos vocales del CGPJ, el PP, PSOE y… ¡anda!, Podemos, por una "cuestión de responsabilidad" y para "participar de todos los órganos institucionales que haya en este país para que las cosas que estamos criticando dejen de pasar" (¡qué talento!), se ocupan estos días del bochornoso mercadeo de los vocales que renovarán el Consejo en pocas semanas. Delante de nuestras narices. ¡Con un par!
Artículo 117.1 CE: La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley.
