Opinión

Epitafios

El de los epitafios es un género literario poco estudiado.  También es un tema bastante socorrido, por ejemplo a mí me ha arreglado este artículo. David Mamet, el genial dramaturgo americano autor de guiones de tantas películas magníficas como "El cartero siempre llama dos veces", "Los intocables" o "Cortina de humo" ha dicho que cuando se muera, en su tumba pongan la siguiente frase: "Os dije que me echaríais de menos".
En los epitafios, sobre todo en los acuñados por los propios interesados, se revela creo yo, más que en ninguna otra cosa, el verdadero carácter del difunto y su mejor talento creativo o literario. "Perdonen que no me levante", dice el de Groucho Marx, aunque también le atribuyen "Rip, rip, ¡hurra!". Otro memorable es el "Nunca debí haberme pasado al Martini" de Humphrey Bogart, que como sabemos murió cirrótico tras haber dejado de beber whisky los últimos años de su vida.
Por aquí tenemos el de Miguel Mihura que también es muy bueno: "Ya decía yo que ese médico no valía mucho." Y también hay epitafios serios como el de Cristóbal Colón: "A Castilla y a León nuevo mundo dio Colón". O "¡Qué artista muere conmigo!" de Nerón, menudo elemento. Y qué decir del precioso y poético de Vicente Huidobro: "Abrid esta tumba, al fondo está el mar".
Pero los más interesantes suelen ser los más divertidos. Es lo que tiene el humor, que nos alegra un poquito la vida. A mi juicio mantener vivo el sentido del humor más allá de la muerte revela una inteligencia extraordinaria. La lápida bajo la que yace el escritor estadounidense Charles Bukowski dice simplemente: "No lo intentes". Y la de nuestro Miguel de Unamuno tampoco se queda atrás: "Solo le pido a Dios que se apiade de este ateo".
Un epitafio poco conocido es el del siempre circunspecto Alfred Hitchcock: "Esto es lo que le pasa a los chicos malos". Uno que no sé por qué a mí me recuerda al del artista Marcel Duchamp: "No sé qué hago aquí".
Internet está plagado de epitafios ingeniosos, la mayoría de ellos seguramente falsos, del tipo "Por fin dejé de fumar", "La próxima vez te haré caso" y otros parecidos. Lógico, internet se presta a la invención y los difuntos ya no pueden levantarse para negarlos.
Yo creo que podría escribirse un precioso "Libro de los Epitafios", recogiendo tantos como hay. Mel Blanc, el actor americano que prestaba la voz a Bugs Bunny se puso en la tumba como era previsible: "Esto es todo, amigos". Y Frank Sinatra hizo que grabaran en su lápida: "Lo mejor está por venir".
A mí me gustaría inventarme un epitafio original, uno que llamara la atención de todo el mundo, pero no se me ocurre ninguno lo bastante bueno, la verdad. Para escribir un buen epitafio hay que trabajar mucho. Así que puestos a copiar quisiera que me pusieran el de Billy Wilder: "Solo soy escritor, pero es que... nadie es perfecto".

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