Opinión

Penes y vulvas

Los niños tienen pene», dicen en Hazte oír. Los niños tienen pene. Si tienes un niño, ponlo delante del espejo. Haz que se lo mire bien, que se reconozca bien su pingajo. Eso es un pene, niño. Repíteselo muchas veces, por si acaso cuando crezca se le olvida o se le da por andar en ambientes viciosos o degradados. Los niños tienen pene porque son niños, ¿o quizás son niños porque tiene pene? ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina, mamá? No te desvíes niño, estamos a lo que estamos, tu pene es tu insignia, casi tu razón de ser. Tu pene te hace macho, te hará un hombre. Un hombre decente y responsable. Y te harás respetar gracias a él. Tu pene es para toda la vida. No te dejes engañar por esas voces malditas que hablan de mujeres encerradas en cuerpos de hombre y viceversa. Eso no existe. Eso solo sucede en las películas de algún director de cine como Almodóvar. Lo cierto es que ese pene te hace diferente a ellas, a las chicas. ¿Cómo no vas a estar orgullosos de ser un niño? Y ahora aún es pronto para hablar de ello, hijo, pero ya verás cuando seas mayor: te gustarán las chicas porque ellas no tienen pene. Y tú les gustarás a ellas. Os enamoraréis, un chico de una chica. Como debe ser. Como dios manda. Y el pene —vaya, esto no sé si os lo enseñarán en la escuela; si no, mejor habla con tu padre— se introducirá un día en la vagina de una chica para que podáis traer al mundo a vuestros hijos. A niños con pene, y a niñas con vagina.

«Las niñas tienen vulva», dicen en Hazte oír Las niñas tienen vulva. Si tienes una niña, repíteselo desde que empiece a balbucear. Vulva, niña, eso que tienes abajo, eso es la vulva. ¿A que estás contenta con ser una niña preciosa? Claro que sí, hija. ¡Ay, no me preguntes por qué tú no tienes un pene como tu hermano! ¡Qué cosas tienes! ¡Pues porque no! Las niñas no tienen eso colgando, sois diferentes a los chicos. ¿No ves qué brutos son jugando? Tu hermano siempre llega crismado y con los pantalones sucios. Esos juegos no son para niñas. No son nada femeninos. ¡Pero qué cosas os enseñan en el colegio! Eso es una aberración, ¿cómo va a haber niños que quieren ser niñas? La naturaleza nos hizo a unos hombres y a otras mujeres. Mañana mismo voy a hablar con el director. Me va a oír.  Después tenéis pesadillas por la noche. No me extraña. Hija mía, que no te engañen. Si alguna vez una niña te dice que le gustaría ser un niño y tener pene, apártate de inmediato de ella. Quién sabe lo que ésa oirá en su casa. Seguro que sus padres son unos degenerados o unos drogadictos. No hables con esa clase de gente. Tú tienes que estar con las niñas normales, jugar a lo que suelen jugar las niñas, y el día de mañana, ¡ay hija!, encontrarás un chico bueno del que te enamorarás, os casaréis y tendréis hijos. ¿No es maravilloso?

Hijo, «si naces hombre, eres hombre» dicen en Hazte oír, y no un engendro. Que una cosa es —que Dios me perdone— que a un hombre le puedan gustar otros hombres, pues de esa clase de gente siempre ha habido a lo largo de la historia, y otra muy distinta que quiera cambiarse el cuerpo para convertirse en una mujer. ¡Hasta ahí podíamos llegar!¡Que no, que eso es imposible! Eso va contra los mandatos de Dios. 

Hija «si eres mujer, seguirás siéndolo», dicen en Hazte oír. ¡Hija, con lo guapa que tú eres y te vas a echar a perder! ¿Cómo que quieres ser un chico? ¡Ay, Dios mío!, pero ¿en qué hemos fallado contigo? ¿Cómo que te sientes un chico? Déjate de tonterías, y no le digas nada a tu padre, que se va a poner hecho un basilisco, Pero, ¿qué hemos hecho para merecer esto? Dime niña ingrata, ¿qué hemos hecho tu padre y yo para que nos inflijas este castigo?

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