Opinión

Algo más que azar

Que hayas tenido suerte porque te han rescatado de un contenedor con el cordón umbilical colgando es una paradoja retorcida. También es incongruente que seas el bebé más conocido del momento porque no te han querido los que tenían que hacerlo, pero, chaval, bienvenido a la pelea. La suerte o la casualidad están de tu parte, o eso parece. 

Que el héroe que encontró al recién nacido el pasado domingo en un contenedor de la calle Río Bibei sea un buscador de chatarra despierta mejores pensamientos hacia los invisibles que no queremos ver. El bebé tuvo la chorra de que José Manuel Camiña pasase en ese momento por ahí y también que no lo hiriese con el punzón con el que acostumbran a rebuscar entre la basura.

Que en ese instante en la zona se encontrasen una matrona, una enfermera jubilada y un joven que trabaja en los Bomberos también es una hermosa coincidencia, como si el cativo estuviese llamado a hacer algo grande. "Se hubiese salvado lo mismo con tal de llamar al 061", corrige un colega poco dado al sentimentalismo y a levantar altares. Pero no se puede negar que este chaval tiene estrella aunque haya nacido sin ella. Que tus padres te arrojen a la basura es una acto de una vileza insuperable, que sobrevivas para recordarles lo miserables que han sido es algo más que azar.  

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