Opinión

Cantera de candidatos San Caetano

El presidente Feijóo continúa empeñado en convertir San Caetano, sede de la Xunta, en cantera de candidatos a alcalde. Si primero fue Agustín Hernández, antiguo responsable de Infraestruturas, Política Territorial e Medio Ambiente, el que supo nada más mirar a los ojos de su líder que le tocaba apandar con el brete de la corporación compostelana, ayer se anunció que otros dos colegas en el Gobierno gallego dejarán el despacho de la consellería para participar en la carrera de las municipales con meta en la alcaldía de Ourense y en la de Vigo.

Feijóo pierde a Jesús Vázquez, uno de sus chicos con un perfil político más sólido a pesar de que ha recibido durísimas críticas y protestas por el decreto del plurilingüismo que rebaja la presencia del gallego en las aulas y de tener que tragar sin masticar el mamotreto de la Cidade da Cultura en sustitución del singular diplomático Roberto Varela. Pero el jefe del PPdeG debe de pensar que Ourense bien merece entregar a un conselleiro que puede gustar más o menos, pero ha demostrado con excelente nota su capacidad de fajador. Sus colaboradores en la Xunta hablan bendiciones de un hombre cuya carrera política es atípica. Era diputado en Madrid y regresó a Galicia para hacerse cargo de Educación tras una campaña marcada por las proclamas desaforadas de Galicia Bilingüe contra la imposición del gallego en las aulas. Cumplió sin rezongar lo que le pidió su jefe.

A enfrentarse contra Caballero en el sinuoso campo de batalla vigués, el PPdeG envía a la desconocida Elena Muñoz, que sustituyó en la Consellería de Facenda a Marta Fernández Currás cuando la fichó el ministro Cristóbal Montoro para llevar la calculadora del Estado. Los populares vigueses estaban entretenidos en apostar por el eterno aunque no viejo Chema Figueroa o por Javier Guerra, exconselleiro de Economía e Industria, para encabezar la lista y ahora ya dan por enterradas sus opciones de recuperar el bastón municipal. Elena Muñoz, una política de perfil técnico, se estrena en la difícil suerte de 'cachar' votos como tan bien hacía Corina Porro, siempre 'Corina de la muerte', sin conseguir mayoría absoluta. Y Feijóo tendrá que hacer otra remodelación de Gobierno, pero le valdrá hasta el bedel. Malo será que no acabe de candidato. Manda él.

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