Opinión

Comer y cantar

Acabaremos todos excelentemente preparados para atender al turista aunque sólo sea por insistencia televisiva. Quizá no seamos en un futuro cantera de científicos, pensadores o literatos, salvo brillantes excepciones, pero el que no cocine, sabrá cantar y el que no baile, al menos tendrá conocimientos tanto de emplatar como de atender una mesa. 

Cocinan los niños, los adultos y los famosos bajo el escrutinio, a veces maleducado, de afamados cocineros... Y se organizan campamentos de verano para que los rapaces adquieran la destreza necesaria para participar en un concurso televisivo. Cantan los niños, los adultos, los cantantes, los famosos, las voces anónimas con cantantes y famosos... Y también existen campamentos durante la época estival para que los  cativos vayan perdiendo respeto al micro, se suelten en el escenario y puedan ser seleccionados para participar en otro concurso televisivo. 

Televisión Española compite con las cadenas privadas para ver quién es capaz de estirar más el formato del chef y del "coach". Que lo hagan las privadas es comprensible, pero que la televisión pública invierta sus partidas presupuestarias en disputar la misma audiencia con programas similares resulta un auténtico despropósito. Si te dicen que obedece a un plan trazado por una mente sibilina para que este país se encamine a los servicios y a satisfacer la demanda turística en vez de fortalecer la industria, te lo acabas creyendo, aunque por aquí las cosas suelen ocurrir de chiripa. Lo que más se parece a un programa de divulgación científica en horario de máxima audiencia es el espacio de entretenimiento El Hormiguero que dirige Pablo Motos con el pretexto de sorprender al famoso, cocinero o cantante en muchas ocasiones, que entrevista. 

Sol, gastronomía y fiesta ejercen de colosal reclamo turístico. Y todas las instituciones sacan pecho, presentan planes y se felicitan por las venturosas previsiones de empleo en el sector servicios durante los próximos meses. La noticia del descenso de 4.991 personas apuntadas en las oficinas de empleo en Galicia respecto al mes anterior, viene acompañada de la estimación, según Randstad, de unos 36.200 nuevos contratos en esta tierra durante la campaña de verano y más de 548.000 en todo el Estado. Un país para comer y cantar.

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