Opinión

Las edades del senado, gran exposición

Proclamó Rita Barberá, exalcaldesa de Valencia, que el Senado "no es una Cámara de elefantes políticos". Hay fotografías que no pueden competir con el desgarro que provoca el cativo sirio ahogado cuando intentaba llegar a la costa griega huyendo de la guerra. Comtemplar a Rita Barberá, Alberto Fabra, expresidente valenciano, y a José Ramón Bauzá, expresidente de Baleares, riéndose al 'caloret' de la Cámara Alta también te pone de mala leche. Llevan años tomándonos el pelo. No puedo gobernar y lo dejo, me piro al Senado, en donde no hay que doblar un sello para justificar el sueldo.

No son los únicos que han reclamado su mecedora. A ese cómodo retiro político también se han acogido tras los últimos comicios los expresidentes Pedro Sanz (La Rioja) y Luisa Fernanda Rudí (Aragón). Tampoco es la primera ocasión. Después de las elecciones del 2011 en el que el sopapo cayó en las filas del PSOE, estos recolocaron a sus expresidentes autonómicos en el suntuoso cementerio político. Marcelino Iglesias (Aragón); Vicente Álvarez Areces (Asturias) y Francesc Antich (Baleares). Un año antes había encontrado refugio José Montilla tras dejar la presidencia de la Generalitat catalana. Y si a esta orgía de expresidentes le sumanos el socialista valenciano Joan Lerma o el popular castellano y leonés Juan José Lucas, a Antonio Griñán o a Juan José Imbroda (Melilla) tenemos el cuadro listo. Ya es hora.

El Senado no sirve para nada. Se petó esta semana para discutir una moción que reclamaba libertad de 75 presos políticos en Venezuela y se vació a los cinco minutos cuando tocaba debatir sobre violencia de género y la igualdad entre hombres y mujeres en este traje asimétrico que llamamos España. Vayan a la lista de los senadores gallegos y fliparán sin necesidad de darle a la droga. ¿Conocen el nombre de algún senador al que le hemos prestado la capacidad de defender a Galicia en la cámara de representación territorial? Seguramente a alguno lo habrán padecido, pero les preocupa más su mecedora que sus desvelos. Podrían organizar una gran exposición a la manera de Las Edades del Hombre para rentabilizar una Cámara que representa la fórmula de seguir trincando con el voto de todos, ya que siguen cobrando, son historia y no aportan nada.

Te puede interesar