Opinión

Franco y Neymar

Sin "burro e cabalo" en Ferrol que tirar. Sin medallón en la plaza mayor de Salamanca que pintar. Sin Medalla de Oro de la provincia en Ourense... La derrota de un olvido cercano amenazaba a los nostálgicos del franquismo. Con los nietos diluidos ideológicamente en una derecha que no acepta como suyas las batallas del abuelo, aunque sí la posición heredada, el dictador Franco parecía destinado a acumular una costra de polvo como un objeto inservible de una tienda de antigüedades. Pero con agosto, Franco ha regresado a Meirás.

La Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica da Coruña (CRMH) denunció la semana pasada que la Fundación Francisco Franco es la encargada desde hace meses de gestionar las visitas al pazo y quizá sus quejas comprensibles y sus buenas intenciones hayan provocado el efecto contrario. Resulta complicado aceptar que la indiferencia es la victoria cuando todavía se busca a un familiar tirado en una cuneta desde hace 80 años. 

El patronato, como no se  trata de una subvención difícil de explicar como sucedió en los tiempos de José María Aznar, ni de una decisión ilegal, se apresuró a emitir un comunicado para no desperdiciar la oportunidad mediática. No se anduvo con complejos. Anunció que aprovechará la gestión de las visitas para "mostrar al gran público la grandeza de la figura de Francisco Franco". La oposición gallega picó. Ha contribuido a la operación de márketing por si alguien no se había enterado. La diputada socialista Concepción Burgo registró ayer dos proposiciones no de ley para llevar a pleno y a comisión un comunicado que consideran "un auténtico insulto, burla y provocación a todos los gallegos" con la finalidad de que la Cámara repruebe las "declaraciones que enaltecen la figura del dictador". Y les dará igual porque necesitan avivar las brasas mientras no se discuta el título de propiedad de la parcela.  
El Parlamento gallego también ha aprobado con los votos del PP el techo de gasto para el próximo año. Será de 9.487 millones de euros, que darían para comprar a Neymar Jr. 42,73 veces, si el PSG finalmente paga al Barcelona la cláusula de rescisión del delantero brasileño. El verano va de locuras, aunque unas hieren la razón y otras los sentimientos. 

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