Opinión

"Qué ironía, yo les voté"

"Que ironía, señores de la Xunta, yo les voté". Seguramente Alberto Núñez Feijóo recuerde estas palabras y su contexto, como tampoco las habrán olvidado Emilio Pérez Touriño, Anxo Quintana y, sobre todo, Alfredo Suárez Canal. Sucedió en septiembre de 2006 después de una de las campañas incendiarias más devastadoras de los últimos años. Ana Massó acusó a la Xunta de la muerte de su madre y abuela en el incendio de Cerdedo por no haber cortado la carretera a tiempo, además de zarandear al Gobierno bipartito por la "utilización política que se hizo del dolor de las víctimas". Confesó su comezón delante de unas 12.000 personas, según cálculos de la Policía Local de Santiago, que asistieron a la manifestación convocada por la plataforma 'SOS contra o lume, dirigida por el alcalde popular de Barro, José Antonio Landín, para pedir dimisiones por la gestión de los incendios.

Eva Espada, cuyo padre también había perecido atrapado por las llamas en otro siniestro en Campolameiro, acompañó a Ana en la tribuna durante la exigencia de responsabilidades a la Xunta por haberse quedado huérfanas desde primeros de agosto. Entre los manifestantes, Alberto Núñez Feijóo, Ana Pastor o Mariano Rajoy, con otros dirigentes populares, aprovecharon un duelo ajeno para conseguir con sus declaraciones tajada política tras la pérdida de la Xunta y del Gobierno central.

Ayer en el Parlamento, Núñez Feijóo reprochó a la oposición que esté tirando del dolor de los familiares de los fallecidos por la hepatitis C para sacar rentabilidad electoral. Es comprensible que lo haga. Cumple además con el papel de pedir cuentas a un Gobierno por la grave imputación de la Fiscalía a dos altos cargos por homicidio imprudente por retrasar la administración de fármacos atendiendo a razones de tesorería. "Sin candidato ni proyecto político ni apenas partido es indigno que empiecen la campaña electoral utilizando la sanidad. Galicia les queda muy grande y a esas familias les debemos todo el respeto, me parece indigno que se utilice el sufrimiento de las familias para hacer política y de este modo", se defendió Feijóo, que parece olvidar que en septiembre de 2006 principió otra manera de hacer oposición y campañas electorales en Galicia. Son las ironías de la política.

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