Desde que a este chófer de anécdotas se le presentó José Blanco en pantorrillas en A Illa de Arousa no tiene un minuto de consuelo. El ahora eurodiputado andaba de paseo matutino cuando se tropezó con Fernando González Laxe, que había apalabrado una entrevista para que el expresidente de la Xunta durante el tripartito comentase cómo ve la situación actual. Coñero, porque lo es, la oportunidad de retratar en pantalón corto al hombre que fue vicesecretario general del PSOE, ministro de Fomento y 'Zapatero mayor del Estado', se diluyó por cortesía o falta de atrevimiento. Una lástima.
Hace unos años, Manuel Fraga miró para otra parte al fotografiarlo en Perbes durante una de sus celebres partidas vestido con vaqueros, jersey desleído y zapatillas de deporte. "Jugando al dominó con don Manuel en zapatillas", se tituló el reportaje que publicó un diario nacional. Al 'Patrón' la audacia le dejó indiferente, aunque en las siguientes ocasiones se encargó de que no se quebrantase el pacto del 'off the record' y de examinar las imágenes obtenidas si la entrevista o el reportaje se realizaba en su casa. Fraga nunca tuvo empacho en salir en los periódicos dándose el habitual chapuzón mañanero, costumbre que inició en Palomares, aunque en aquel caso por un problema radiactivo.
A Pérez Touriño también pudimos contemplarlo en la playa a la manera de Ana Obregón cuando era presidente de la Xunta. Se dijo que fue un robado, pero eran tiempos en los que José María Aznar fardaba de tableta, la vicepresidenta María Fernández de la Vega ‘ensañaba' bikini o la conselleira de Ordenación do Territorio, María José Caride, aparecía con el traje de neopreno y la tabla de surf, al igual que su colega socialista Vicente Irisarri, que fue alcalde de Ferrol. Eran instantáneas que acercaban el político al personal que lo votaba y a las que todo el mundo se prestaba. Alfredo Suárez Canal llegó a recuperar el traje de atleta para una foto. Será porque ahora se evitan esas estampas o porque la prensa es por estos pagos más respetuosa, ya no hay imágenes en barcos como las que se vieron de Anxo Quintana o Núñez Feijóo, aunque con compañía muy distinta. La peña de comentario afilado nos tenemos que contentar con el baño de Rajoy, como si el resto hubiese currado en agosto.
