Opinión

Las tetas

Uno de los avances como sociedad de los que podemos presumir es que por estos pagos una mujer puede tomar el sol con las tetas al aire sin someterse a la mirada babosa o al juicio recriminatorio del personal. O casi. 

Un estudio realizado por la compañía de turismo Expedia en los principales destinos internacionales concluyó que el 42% de las españolas alguna vez ha practicado toples, porcentaje muy superior al 20% de media registrado en los países en los que se hizo la consulta, según publicó el diario argentino La Nación en febrero de este año. El dato más positivo es que el 73% de los habitantes de esta tierra consultados confesó sentirse cómodo o muy cómodo con una mujer con los pechos sin cubrir en la toalla de al lado. La desnudez del torso femenino ha dejado de sorprender en los arenales. Contribuyó la lucha de movimientos a favor del nudismo como el 'Tetiñas free' en 1983. La reforma del Códico Penal de 1989 eliminó la figura del "escándalo público" para castigar a las bañistas menos pudorosas. El toples está permitido en las playas, según confirmaron después varias sentencias judiciales, pero las piscinas quedaron al criterio de los gobiernos municipales, que en la mayor parte de las ocasiones no contemplan ni la prohibición ni la autorización del toples en la normativa que regula el uso del espacio público, como es el caso de Ourense.

En la orilla del mar a nadie le chirría ver a una mujer bañándose en tetas como cualquier hombre, pero en una piscina la práctica del toples parece restringida solo a la toalla. Con el pretexto de que es "una norma no escrita", un socorrista de Oira solicitó a las jóvenes ourensanas Lucía González y Rita Carreira que se tapasen "por decoro" para seguir chapoteando en el agua. Las dos contaron lo sucedido en las redes sociales y se formó un revuelo fenomenal. La versión del Concello, según cuenta en La Región la periodista Elisabet Fernández, apunta a que "varias madres se quejaron cuando las chicas estaban en el agua sin la parte de arriba del bikini". De ser cierto, resulta incomprensible que paseen a sus churumbeles en pelotas con normalidad y protesten porque puedan ver los pechos de una mujer. La desnudez sólo es sucia en determinadas miradas.    

Te puede interesar