Opinión

Los primeros, en desidia

Un colega que se piró a ganarse el jornal en Estados Unidos intenta pisar lo menos posible España para evitar el contagio de la resignación. Y cuando no le queda más remedio por un compromiso familiar inexcusable, repite que en cada viaje ha podido constatar el deterioro de una sociedad envejecida, apática y sin el mínimo interés por mejorar su situación. Cuando no se hace gran cosa por retener al personal con inquietudes, la desidia acaba adueñándose hasta de los actos más cotidianos.

A última hora de la tarde del lunes, dos mujeres guardaban turno en la cola de la carnicería del súper sin que hubiese alguien detrás del mostrador para despachar. A los cinco minutos, la que había llegado más tarde se dirigió a una empleada que reponía mercancía y en vez de darse por aludida, señaló a la pescadera, que estaba ocupada con otro cliente. La primera mujer de la cola se marchó, la segunda protestó por la larga espera. "Mira guapa, esto no es El Corte Inglés", respondió la empleada. Puede que esté más que fastidiada por largas jornadas laborales a cambio de un salario corto, pero su situación no justifica el desplante ni tampoco augura un gran empeño para cambiar su suerte.

En Ourense, la Policía Local tuvo en la oficina de objetos perdidos el bolso de Belén Rodríguez sin darse cuenta de que le pertenecía hasta 21 días después de que denunciasen su desaparición. Contenía el DNI, tarjetas bancarias, llaves, recibos y una agenda, pero en ese tiempo nadie tuvo un minuto para intentar devolver a su dueño el objeto entregado en objetos perdidos por el encargado del cementerio de As Caldas.

Hay ejemplos a esgalla de una dejadez alarmante. Mientras las televisiones serias de medio mundo informaban puntualmente del terrible atentado en el Manchester Arena durante un concierto de la cantante para adolescentes Ariana Grande, nuestro canal público continuaba sin enterarse o sin querer variar la programación. En TVE  siguieron con la película 'Un paseo por el bosque' y el Canal 24 horas, supuestamente un servicio de información continua, tardó hora y media en reaccionar y cuando lo hizo vendió la noticia como última hora. Los primeros, en desidia. 

Te puede interesar