Opinión

"Luz en la noche"

Pasaba de la medianoche del sábado. Los mozos caminaban hacia los garitos de moda para principiar la fiesta, los que vamos talludos embocábamos la retirada. La iglesia coruñesa de San Nicolás seguía con las puertas abiertas. Un cartel en el lateral de la entrada anunciaba: "Luz en la noche". Las velas depositadas en el pasillo central del templo indicaban el camino hacia el Santísimo, iluminado con un potente foco. En el interior sonaba el rasgueo de una guitarra. 

"¿Por qué sólo tiene luz la hostia?", preguntó un hombre a su pareja mientras se acercaban a curiosear. La inocencia de la pregunta hizo que los jóvenes encargados de recibir a los fieles se sonriesen. "Es la estrella. Sin la exposición del Santísimo Sacramento sería como asistir a un concierto de los Rolling Stones en el que no va a actuar Mick Jagger". La comparación de la mujer resultó desternillante para todos los que se arracimaban en la entrada. 

Un joven explicó que se trata de una iniciativa impulsada por el Arzobispado compostelano a través de Pastoral Juvenil Universitaria. Abren los templos las noches de los sábados para que la gente se acerque a rezar o a pasar un rato de recogimiento en vez de andar de parranda por los bares. La competencia es desigual, pero cuentan con la efervescencia y la ilusión de la sangre nueva. Comenta que ha venido desde Santiago y también ha asistido a otras jornadas de oración nocturna celebradas tanto en Pontevedra como en Lugo.

Varios universitarios animaban a todos los que pasaban por la plaza a entrar en la iglesia o a dejar escrita una oración en una mesa situada en la entrada. La estampa resultaba parecida a la de los ganchos que reparten invitaciones de copas en las proximidades de las discotecas. Y aunque se pueda presuponer el pinchazo de esta iniciativa religiosa, en el interior del templo había algo más de medio centenar de personas a esa hora. Unos se balanceaban abrazados al ritmo que marcaba la guitarra desde un lateral de la iglesia, otros meditaban en silencio.

Todavía no habían llegado noticias del dramático incendio forestal que acabó con la vida de más de 60 personas en el centro de Portugal mientras intentaban huir por carretera de las llamas. Parece que para rezar sí estamos preparados. 

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