Para legislar y gobernar es conveniente disponer de buena cabeza y de mejor corazón. Una década después de la implantación del servicio de hemodinámica en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), la tercera ciudad de Galicia sigue sin poder atender las urgencias coronarias las 24 horas del día. En caso de sobrevenir un infarto, las posibilidades de seguir por estos pagos se incrementan si sucede antes de las 22 horas. A partir de ese horario el paciente tiene que ser desplazado a Vigo para ser atendido. Recibirá los cuidados de un especialista con una hora de retraso que un infartado en Santiago, A Coruña, Pontevedra o Vigo. A finales de enero se decidió que Lugo, con una población también envejecida, contase con el servicio a pleno rendimiento las 24 horas del día.
La provincia de Ourense sufre la tasa de mortalidad por infarto de miocardio más alta de Galicia, con un 59,7 por mil, 27 puntos por encima de la media estatal, según manifiesta la diputada socialista Noela Blanco, que hoy lleva una proposición no de ley al Parlamento para activar el servicio sin interrupciones. Noa Presas, diputada del BNG, también formulará una pregunta al Gobierno gallego con la finalidad de que se concreten las fechas para que Ourense reciba el mismo trato de la Admistración autonómica.
Los cuatro grupos con representación en la Cámara gallega (PP, En Marea, PSOE y BNG) parecen, sobre el papel, coincidir en el diagnóstico y en el remedio, pero los populares discuten el plazo como si se tratase de la llegada del AVE, cuando en este asunto el reloj corre en contra de la vida de los ciudadanos y la impuntualidad puede acarrear consecuencias irreparables. En febrero del año pasado se parcheó el problema con la ampliación del servicio de hemodinámica desde las 15 a las 22 horas, pero hay ventanillas que no pueden cerrar por la noche. Es la quinta vez que este asunto llega al Parlamento. Los populares hablan de que el personal sanitario necesita un tiempo de aprendizaje, por lo que el servicio estará activo todo el día a lo largo de este año. Si hay voluntad y corazón, porque la necesidad es inobjetable, sólo tienen que votar todos a favor, la Xunta ponerlo en marcha y que sea el criterio médico el que fije el momento.
