Opinión

"Al menos no hemos robado"

Un colega de los que subraya los periódicos como un opositor el temario no es capaz de comprender que las encuestas digan que el panorama municipal gallego no cambiaría gran cosa si las elecciones se celebrasen el próximo domingo. "Dime algo importante que hayan hecho los que están en las alcaldías de las siete grande ciudades", retó el pasado domingo tras leer el estudio demoscópico de La Región que da al PP un concejal más a pesar de gobernar en minoría con unos presupuestos aprobados por los socialistas en el anterior mandato. "También me dicen que donde gobiernan las mareas se nota una parálisis preocupante, pero eso no se ve reflejado en las encuestas", prosiguió con la confesión de sus desvelos. 

Pero faltan casi dos años para las elecciones municipales, una eternidad para que los partidos que ahora están en la oposición lancen el esprint, salvo para Beatriz Mato, conselleira de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio y candidata de los populares para recuperar el trono de María Pita, que no ahorra críticas contra Marea Atlántica. Anteayer, como presidenta del PP local coruñés calificó al equipo de Xulio Ferreiro como un "gobierno de becarios ineficaces y sectarios que se olvidan de los intereses de la ciudad y se centran sólo en los suyos". La conselleira-candidata insistió en que "buscan el enfrentamiento para ocultar su incompetencia", además de denunciar "los viajes propagandísticos de ediles y asesores",  que calculó con una precisión sorprendente: "226.704 kilómetros, cinco vueltas al mundo". Ya sabemos que los coches o los kilómetros tendrán un gran protagonismo la próxima campaña, pero nada volverá a ser parecido. Pasará tiempo hasta que un candidato pueda realizar promesas de obras sobre plano como se hacía antes con un resultado no siempre afortunado. 

Sólo el socialista Abel Caballero en Vigo parece disfrutar de una mayoría indiscutible y el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores en Pontevedra sigue con viento a favor. En el resto de ciudades va a depender de la capacidad del PSOE para remendarse y del entendimiento con las mareas. El lema de los que hoy están al mando puede ser: "Quizá no hayamos hecho gran cosa, pero al menos no hemos robado ni un lápiz". 

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