Opinión

La mierda y la vida

Resulta que la fiscalía está investigando a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por trapalladas de sus funcionarios. Resumiendo y para que usted y este chófer de anécdotas lo podamos comprender, el organismo que debe vigilar por la salud de las operaciones financieras parece está de mierda hasta el cuello porque el personal es humano. Ya es lo que nos quedaba para el bingo. Si el Banco de España no se coscó de lo que pasaba con las caixas gallegas y las de otras partes y todos apandamos con la cuenta, la noticia nos deja a todos con cara de gilipollas porque somos siempre los mismos los que apoquinamos con los demanes. Hacienda anda como loca por revisar las declaraciones de 2011, que hay que chinchar más al personal, pero necesitamos de una vez por todas de un organismo que supervise al que vigila.

Hartos estamos de tanta mierda, de no creer lo que dicen las instituciones. Hoy mismo la cativa pidió cinco euros para ir a cenar con las colegas. Y como el pai le soltó cincuenta preguntó cómo andaba de la medicación. La respuesta fue"no me falles".

Y este país nos han fallado todos. Ya no se puede creer en nadie porque sobran motivos para enviarlos a paseo. Habrá un día, porque las nuevas generaciones son 'boas e xenerosas', en que todo cambiará. Los pillos y cabrones estarán en la isla, como dice Piturri, y el resto correremos con la cuenta porque nos corres- ponde. Es indecente lo que está pasando con nuestros mayores. Una empleada por planta y sucede lo que sucede, como pasó en Zaragoza. No se vayan tan lejos, aquí también tenemos lo nuestro.

Sólo, señores que engordan su tripa al mismo tiempo que su patrimonio, se les pide decencia. Y es algo tan simple como una suma de un rapaz de cinco años. No voy a trincar lo que no es mío; y a dar por bueno un balance que es nefasto por mucha panoja que me ofrezcan; no voy a mirar para otro lado cuando descubra que un compañero o un jefe está haciendo un piratada.

Hartos, hartos y hartos estamos de tanta mierda. No hay que andarse con rodeos. Este sistema apesta y este chófer de anécdotas no quiere que su cativa viva en un estercolero. ¿Qué quiere usted? 

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