Ha habido que esperar 16 años para conocer la sentencia definitiva por la responsabilidad civil de la costra de desolación que el petrolero "Prestige" esparció por las rías gallegas en noviembre de 2002. El Tribunal Supremo ha aumentado las indemnizaciones fijadas por la Audiencia Provincial de A Coruña hasta más de 1.500 millones, compensación de la que no descuenta los más de 275 millones de ayudas comunitarias que se emplearon para retirar el fuel. El fallo rebaja la cantidad que tendría que recibir la Xunta y eleva las de los demás perjudicados -Estado español, francés y otros 269 afectados- al incluir el IVA y los intereses de demora, pero tampoco hay nada que celebrar ni abundar en conceptos técnicos porque es probable que nadie vea un duro.
Al purgar las reacciones, entre las que se encuentra la queja de la oposición en el Parlamento de Galicia por un pleito que liberó al Gobierno de Aznar de toda responsabilidad, apareció la organización ecologista Arco Iris para poner en claro la tormenta o para rebajar cualquier intento de euforia: "Los más de 1.500 millones en los que el Tribunal Supremo tasa los daños ocasionados no llegarán nunca a ser cobrados por las partes demandantes, ya que la aseguradora del barco (London P&I Club) se niega sistemáticamente a asumir su responsabilidad". Y el Brexit juega a favor de la aseguradora, con sede en Londres. "Esto hará muy difícil que el tribunal europeo pueda intervenir contra Reino Unido en caso de que ese país deje de pertenecer a la UE", añade Arco Iris. La jornada tampoco estaba para mucha fiesta. El mundo de la pesca llora la muerte de cuatro marineros de Cambados y uno de Malpica. El mar a veces es negro.
