Opinión

Nueve años en la puerta

La gran verdad del debate de política xeral de Galicia es que nueve años después Alberto Núñez Feijóo sigue abriéndolo y cerrándolo. Percutir por el flanco de sus aspiraciones en Madrid aburre más que desgasta. Le sirvieron la disculpa en bandeja para recordar que desde que llegó a San Caetano ha sobrevivido a once portavoces de la oposición distintos y todos pronosticaron su marcha. En Galicia hasta la posverdad depende. Va bien para Núñez Feijóo y el PP; muy mal o mal para En Marea, PSOE y BNG, aunque cada uno lo manifestó con un tono distinto. 

El socialista Xoaquín Fernández Leiceaga se mostró elegante en la crítica al reconocer ciertas mejorías económicas que podrían haber sido mejores, según su criterio, si se reconocen los errores para enfocar las decisiones. La nacionalista Ana Pontón acusó a Feijóo de ser el "presidente da posverdade" con su dureza pausada y durante la réplica Feijóo habló más del bipartito que del futuro, algo que es habitual. 

Poco antes de que comenzase la prédica de Luís Villares, el chófer de anécdotas se quedó sin tabaco. Una puñeta cuando el debate te pilla en León, pero en un garito cercano con tele por cable aceptaron a poner la TVG. "Vuestro Parlamento es muy feo", comentó el tabernero nada más ver la tribuna. "Feijóo va a arrasar en las próximas elecciones porque la gente quiere un poco de estabilidad", añadió nada más escuchar la línea mitenera del portavoz de En Marea. Como desde hace nueve años, el chófer de anécdotas intentó intercambiar impresiones con el mismo politólogo al terminar la sesión: "Ni me acordé. No, no lo vi, pero si es para opinar con rigor sobre cómo fue, te puedo valer porque para eso es mejor no verlo". Y también es verdad.   

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