Opinión

Ourense-Vigo, tres horas

A los compañeros de la facultad en Salamanca les hacía mucha gracia que los aborígenes galaicos hablásemos siempre de las distancias en horas en vez de hacerlo en kilómetros. Lo entendían cuando venían de visita, independientemente de que entrasen por Pedrafita o A Canda porque tanto la A-6 como la A-52 se terminaron de construir cuando ya habíamos olvidado el resacón por el cambio de milenio y pagábamos en euros. 

Recorrer en tren los 459 kilómetros que separan A Coruña de Salamanca te podía llevar casi un día por los transbordos en Zamora o en Medina del Campo y las esperas en la estación con tiempo para prepararte una oposición de las chungas. Incluso hoy la mejor opción para entrar en Galicia desde la Meseta continúa siendo la carretera mientras aguardamos por un AVE que se resiste y nosotros tampoco plantamos resistencia seria en Bruselas por haber dejado fuera al noroeste en el trazado del corredor atlántico de mercancías.

El coche también resulta imprescindible para desplazarte por la Galicia interior o ir a la costera. Lugo y Ourense no están a 78 kilómetros como dice el mapa, sino a 1 hora y 35 minutos en el tren más rápido y a 1 hora y 54 minutos en el más lento de los cuatro que circulan al día entre las dos capitales del Miño. El domingo, un amigo convenció a su hijo de que dejase el coche en Ourense y regresase a Vigo en ferrocarril para evitar riesgos por el temporal. En el billete aparecía la salida a las 19,13 horas y la llegada a las 21,04. Pero el chaval se bajó del vagón en la estación de Guixar a las 22 horas. Lo primero que hizo casi tres horas después de que lo despidiesen en la estación fue telefonear: "Papá, he llegado bien, pero la próxima vez en tren vienes tú". 

Te puede interesar