Opinión

El pasado habla de futuro

Los grandes partidos políticos predican hasta el hartazgo que en sus filas hay un gran banquillo con sangre nueva. Si damos por buena esa premisa, también se podría inferir que el entrenador entonces no tiene ni pajolera idea porque al campo electoral acostumbran a saltar las mismas venas viejas. La otra alternativa sería ponerse a trabajar y, amigos, después de pasar media vida mangoneando en la comodidad de un escaño llega una edad en la que la bisagra ya no dobla como antes.

Elena Valenciano, la candidata de los socialistas a las europeas, colgó ayer una foto en su cuenta de Twitter bajo el título: "Nuestro compromiso con la pesca". Le zurraron por todas partes, ya que en la escena se limitaba a contemplar a unos marineros de Avilés doblando la cerviz. El partido que dice querer cambiar el modelo europeo se traerá a Galicia para apoyar a José Blanco, otro ilustrísimo ex ministro de Fomento y ex vicesecretario general de la rosa, a Zapatero, Rubalcaba, Alfonso Guerra, Ramón Jáuregui y el también bisoño Patxi López. Para salir corriendo. El pasado hablando de futuro.

Los de la gaviota tampoco están para altos vuelos. Su candidato Miguel Arias Cañete ayer ni siquiera se dejó ver a la prensa durante la concentración de popes del partido en Madrid para avivar el fuego electoral. Mejor es entrar por el garaje a tener que responder por los negocios de la petrolera en la que posee participaciones con la Administración. Millán Mon, cuñado de Mariano Rajoy, y la representación gallega en el puesto octavo en la parrilla de salida, lleva en el Parlamento Europeo desde 2004, pero a pesar de tanta carretera política podríamos jugarnos unas cañas a que no sabe dónde está Antes, cuyo patrón es San Cosme.

La candidata del BNG, Ana Miranda, sí agarró el sacho para celebrar el Día da Nai Terra y defender un modelo agrario sostenible, pero la desazón ciudadana es tan grande que está más cerca de quedarse en esta leira que de volver a Bruselas. Y la 'labrega' Lidia Senra, la apuesta de Anova, también es probable que sache aquí en vez de escardar las malas hierbas de Bruselas. Con vallas publicitarias o sin ellas, como hará el PSOE, se están ganando muchos méritos para que el personal lo único que desee es votar para botarlos.

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