Cuando a algún relamido conocido se le iba la lengua contando sus fantasiosas vivencias se le devolvía sutilmente a la tierra con un chiste. "Por cierto, ¿cuántas veces habéis estado en la India? Yo seis o siete..." Y cuando el fabulador se disponía a meter baza, uno de los colegas lo interrumpía con afectación: "Pues yo una o ninguna".
Mariano Rajoy pidió ayer a sus colegas en el Congreso que no caigan en el error de transmitir "una imagen de país corrupto porque la política no es una profesión peor que otra". Mientras, en el Parlamento gallego el presidente Feijóo tiraba de un correo electrónico detectado en la 'operación Zeta' que lo señala como "clave" en el intento de perpetración de una piratada para proclamarse como "clave" a la hora de llevar al fiscal cualquier actuación sospechosa. Feijóo no entró al trapo de Jorquera cuando le mostró una foto en la que aparece con el conseguidor Pachi Lucas, Rajoy, Rueda y Louzán en la plaza de toros de Pontevedra. La faena quedó a medias.
Gerardo Crespo, el cerebro de esta trama que trincó 20 millones para cursos de formación que no se impartieron, antes amigo y compañero de partido, asegura que le parece "muy bien" que la Xunta se persone como acusación particular, aunque avisa de que "los políticos tienen mucho miedo y están nerviosos porque tienen mucho que tapar". Crespo también afirma que es "imposible hacer cursos fantasma" y acusa a los políticos de mentir. Como para creer a unos y a otros. Diplomas por una formación que no se ha impartido se han entregado a 'esgalla', con la complicidad del trabajador que se evitaba el tedio de madrugar y aguantar la chapa.
Seguro que hay políticos honrados, uno o ninguno y con el apellido de supuesto. Y es probable que la incorruptibilidad se diluya cuando toque gobernar. Rajoy y Feijóo se defienden recordando las vergüenzas de los partidos de la oposición y, como la costra de la corrupción es tan dura y también tienen razón, casi sería de agradecer que siguiesen el consejo de Cayo Lara y digan: "Estoy hasta los cojones de todos nosotros. Dimita, disuelva la Cámara y convoque elecciones". Las medidas contra la corrupción estarían legitimadas por el ciudadano o 7ontarían con su complicidad.
