Comparece ante los medios María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, y suelta con todo el papo que las piratadas de Rodrigo Rato no tienen por qué afectar a su partido en las próximas elecciones municipales y autonómicas. Se trata de un asunto turbio de un señor que ya no está en el PP, esgrime. Claro que el personal no olvida que se trata del exvicepresidente económico del Gobierno de Aznar, expresidente del Fondo Monetario Internacional y expresidente de Bankia; cargos a los que llegó gracias al carné del partido y no por su ética económica, como se está demostrando cada día. La misma receta se utilizó con Bárcenas. Al extesorero parece no conocerle nadie en Génova y eso que él se ha mostrado "fuerte", como le pidió Rajoy.
Hay que reconocer que el PP es un partido 'admirable'. Nadie se va hasta que lo cazan con "la bolsa de las gominolas en la mano", como jocosamente comentaba el coñón Pachi Vázquez cuando se destapaba un nuevo escándalo. Lo extraño es que el PP continúe contando con un montón de militantes entregados a pesar del despiporre de los que fueron altos cargos. Alguno ha entregado el carné, pero toca Mariano Rajoy el cornetín y prietas las filas, que en juego están las elecciones y mucha panoja para repartir.
En las demás fuerzas políticas, en cambio, el chaqueteo es constante. A los cuatro concejales del BNG de Sobrado dos Monxes le ha entrado un repentino rapto socialista y han decidido alistarse con la tropa de la rosa en tiempo de descuento para disputar las próximas elecciones. Mientras el exministro Francisco Caamaño abandona el Parlamento gallego, el PSdeG pesca a última hora en el mercado y hasta el alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, acusado de malversación entra finalmente en la convocatoria. En A Coruña, un exmilitante de UPyD, Yago Folla-Cisneros, encabezará la lista de Ciudadanos después de que Rivera rechazase la candidatura de Lola Prieto tras intentar colocar a una colega en la lista del alcalde Carlos Negreira. En las distintas mareas hay gente de Podemos, de Compromiso por Galicia, rebotados del BNG, gente de Anova, de IU y mucho descontento. Y ya todos hablan de pactos. ¿Qué hay de lo mío?
