Opinión

Rajoy y la lluvia

Lo que caiga llenará páginas de periódicos, pero Mariano Rajoy continuará siendo presidente del Gobierno. Tantas veces lo han dado por muerto político, que los que han anunciado su entierro acabarán siendo protagonistas de la esquela. Rajoy es un desastre y un crack en la misma oración para alguien que sepa percibir el pálpito de un país con pulso titubeante. Que dicen que Correa dijo qué, y Mariano seguirá más pendiente de que al Madrid le ha caído la Cultural Leonesa en el sorteo de la Copa del rey de fútbol, quizá porque a la peña le importa un rábano que sea del rey o del generalísimo mientras en el tapete se dispute Copa y Fútbol.

Francisco Correa tira tanto de la manta que hasta el socialista Javier Fernández, líder de la gestora del PSOE y a estas horas no se sabe si representa a la militancia o a los que militan, comenta que no se ha dicho nada nuevo de lo que ya se sabía y que ya es sabido que Rajoy va a ser presidente del Gobierno con la abstención de un partido que también tiene mucho que ocultar. Habla Felipe González, un tipo que pudo pasar a la historia como un personaje gigantesco, y el carnet del PSOE se encoge porque nadie es capaz de comprender que tantos años de lucha acaben en la boca de alguien que ahora es ídolo para las grandes empresas que pagan el gasoil del yate en el que ha sido fotografiado.

El problema no lo tiene el PP. Lo tiene un PSOE incapaz de reivindicar sus logros y torpe para camuflar su pifias. Un 'ghicho' que se ha sentado en el banquillo para tirar de la manta como Correa lo único que hace es destapar o desnudar un modelo que todos hemos aplaudido con las orejas.

Y Rajoy, como el que llueve, porque su principal paraguas son sus antecesores y los que amenazan con llegar tienen tanta credibilidad como Sergio Ramos en el punto de penalti de un partido decisivo. Mariano se frota las manos mientras la oposición se destriza para no se sabe qué. Ellos mientras dicen saber todo y de todo parece que no han leído 'Homenaje a Cataluña' escrito por George Orwell, un combatiente que intentó pegar un tiro en la Guerra Civil y se fue con la sensación de que ya nos matamos entre nosotros sin ayuda.

Llueve. Rajoy tiene paraguas porque nadie quiere temporal. La culpa es...

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