Opinión

¿Séquito para Rato?

Somos unos malpensados. "Verá usted que no hay nada de particular", afirmó Mariano Rajoy cuando le preguntaron por la reunión entre Rodrigo Rato y Jorge Fernández Díaz en el Ministerio del Interior. El ministro ha pedido comparecer en el Congreso con carácter de urgencia y bastante ha hecho ya, que son ganas de chinchar durante las vacaciones. Lo de dar explicaciones a la ciudadanía al momento, la transparencia y esas gaitas ya se han abordado en un documento, en una solemne reunión de palmeros del partido y en planes y leyes con la intención de calmar al personal.  

No hay nada de particular en recibir a un amigo que las está pasando canutas. Que la Justicia intente trincarlo por haber dejado a Bankia tiritando o investigue un posible blanqueo de capitales no es para cerrarle la puerta del Ministerio si el colega pide audiencia. Que sí, que le imputan los delitos de administración desleal, falsificación de cuentas, maquinación para alterar el precio de las cosas o apropiación indebida, pero el artífice del llamado 'milagro económico de Aznar' tampoco se ha cargado a nadie. Es que somos de naturaleza olvidadiza. 

Mientras el presidente decía en Mondariz que nada tiene que decir, que seamos pacientes hasta que Fernández Díaz acuda a propinar unas explicaciones nada particulares, el séquito que lo acompaña asentía quizá más por disciplina que por convicción. El Ministerio del Interior emitió un torpe comunicado en el que se garantiza que en la reunión no se trató el asuntillo judicial del exvicepresidente, pero éste aseguró en 'El País' que sí se habló de lo suyo, aunque ni pidió ni se le ofreció gestión alguna para edulcorar el proceso. Nos hemos quedado más tranquilos, oiga. Si es palabra de Rato...

Mariano Rajoy posee la habilidad de abordar los problemas con la misma preocupación que la del que tiene que decidir en el mercado entre comprar pollo o conejo para el guiso, pero gestos de este tipo empañan la intentona de vender en campaña la recuperación económica. Núñez Feijóo, vivo, consideró el encuentro "censurable y discutible", por lo que "no sobran explicaciones en sede parlamentaria". En el PP tienen que darse cuenta de que la vieja manera de hacer política molesta hasta a los más viejos del lugar y de que la peña ahora no pasa ni un desliz. ¿Tendrá Rajoy séquito para Rato? 

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