Opinión

La soledad

A  los dos días, en el abrevadero seguían oxigenando el rescoldo de un clásico cojo de fútbol. Durante la mañana perezosa de una semana rara en la que los festivos juegan a la rayuela, el personal no encontraba en la prensa una noticia mejor con la que enhebrar una discusión. Austria queda muy lejos, Renzi no suscita tanto interés como la Juventus. La política estatal ha quedado pacificada tras la investidura de Mariano Rajoy gracias a la mano de un PSOE que bracea a corriente del bipartidismo, Podemos ya no mete ni miedo y Ciudadanos no infunde ni respeto tras intentar ser pinche en todas las cocinas del Estado. Los paseos de Mariano Rajoy por Armenteira se han quedado en anécdota como las posibilidades de Alberto Núñez Feijóo de ser algo más que presidente de la Xunta, que no es poco aunque él considere que merece más. Que Podemos y las mareas no acudan a los fastos de la Constitución ha dejado de ser noticia.

Pues andaban ensalzando unos y poniendo a caldo otros a Sergio Ramos cuando en el abrevadero todo el mundo se calló cuando llegó Víctor. El hombre que propició el silencio repentino entró con una sonrisa, saludó con respeto y se unió al debate argumentando con criterio a pesar de su corazón madridista. Todos acabaron regalándole la razón pero cuando la limosna es tan grande hasta el santo desconfía, como dijo Pachi Vázquez cuando fue elegido secretario general del PSdeG con un apoyo incontestable. 

"Es que el otro día su madre se le tiró por la ventana y todos intentamos ser amables. Yo no me atrevo ni a preguntarle por qué lo hizo", comentó Aquilino cuando el deudo abandonó el garito. La madre disfrutaba de una buena pensión como viuda de un militar, el hijo cuenta con un respetable patrimonio y cada semana acudía a visitarla. Pero la mujer vivía sola y ni siquiera tenía un perro para espantar los malos pensamientos. Cada día se suicida en Galicia más de una persona según unas estadísticas que no reciben la atención que merecen y las razones no son la pobreza extrema, sino la soledad. Hay más de 121.000 ancianos que viven solos en esta tierra, la mayoría mujeres, y es un drama al que no le prestamos la atención que merece. En el clásico empataron.  

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