Quizá porque la tierra es generosa, los ourensanos también son gente desprendida. En la orilla derecha del río Miño existen unas piscinas termales como las de Outariz, Chavasqueira o Muíño da Veiga en las que te puedes dar un baño reconfortante por la jeta. Incluso en As Burgas, a unos centenares de pasos de la Praza Maior, cualquiera puede pasar la mañana o entretener la tarde con los callos a remojo sin que autóctonos o forasteros tengan que aligerar el bolsillo.
Que el baño resulte gratis para los censados en Ourense o en la provincia puede ser comprensible porque son los que cotizan en esta tierra, aunque son muchos los que estarían dispuestos a soltar un euro por un servicio de taquillas vigiladas y unos vestuarios perfectamente acondicionados durante toda la jornada. Serían unas cuantas personas menos en la listas del paro.
A 27 kilómetros de León se encuentra San Miguel de Escalada. El turista acude a ver un monasterio ampliamente reseñado en los libros de Historia del Arte, pero de esta joya mozárabe sólo se mantiene el pie la iglesia. Lo advierte el encargado de cobrar dos euros para poder realizar la visita desde una caseta que está ubicada en lo que en su día fue el claustro. Un fin de semana puede haber cola para entrar y la peña paga con gusto o sin rechistar.
Siguiendo la ruta y sin necesidad de apoyar el ejemplo en monumentos icónicos como la Giralda de Sevilla, en la que hay que apoquinar por la visita 7 euros excepto los domingos, a unos kilómetros está el monasterio cisterciense femenino de Santa María la Real de Gradefes, el único que cuenta con girola en su iglesia, como las catedrales, para que los peregrinos no interrumpiesen los oficios religiosos. En la puerta del claustro te recibe la hermana Dolores, una monja dicharachera que cobra dos euros por la entrada. La charla y las lecciones de historia y de la vida monacal de las doce monjas que resisten entre esos muros van incluidas en el precio.
En las termas públicas de Ourense podrían tomarse medidas similares. Ya de paso, adecentar un buen aparcamiento para autocaravanas con servicio de luz y de agua corriente por un precio razonable. Los jetas no agradecen lo que les sale gratis.
