Opinión

Tiempo y movimiento

Es comprensible que rodeado de rosas y con ambiente de fiesta en Pontevedra el optimismo se dispare. Puedes gritar que "el tiempo del PP se acaba, primero quitamos a Rajoy y ahora será Feijóo", pero no deja de ser un brindis de resaca incierta. Todavía no se sabe si el presidente de la Xunta se volverá a presentar dentro de dos años y más aventurado resulta pronosticar a favor de la resistencia de Pedro Sánchez en la Moncloa.

El tiempo cuenta en política, pero también el movimiento. Gonzalo Caballero, secretario general de los socialistas gallegos, se está tomando sin prisa los pasos para la elección de candidatos de cara a unas municipales que le tendrían que servir de palanca en el intento de asaltar San Caetano con una estrategia gallega que no fíe su suerte a lo que suceda en Madrid. Cuando compartes púlpito en la primera fiesta de la rosa con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, o la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, se puede contemplar un horizonte favorable, pero el panorama cambia cuando te asomas a plazas tan importantes como A Coruña, Santiago, Ourense o Ferrol. 

"Vamos a encarar los comicios de 2019 con toda la fuerza y los mejores candidatos", reiteró el líder del PSdeG cuando ayer le preguntaron en un acto en Gondomar por el retraso en la formación que dirige. Los candidatos no se conocerán hasta después de las primarias de noviembre, pero la dirección de los socialistas gallegos ya tiene una encuesta sobre conocimiento y valoración de posibles cabezas de cartel. En A Coruña el que cuenta con más predicamento es Fernando González Laxe, primer presidente socialista de la Xunta. En Santiago el mejor posicionado es el exalcalde Xosé Sánchez Bugallo y en la ciudad de Ourense aparece Laura Seara, exsecretaria de Estado de Igualdad. Uno da la impresión de estar dispuesto y los otros necesitarían un cariñoso empujón para decidirse a regresar al barro electoral. 

En el supuesto de que el PSOE continúe en el Gobierno central y el PSdeG consiga un buen resultado en las municipales, Pedro Sánchez se llevará la mayor parte del mérito, pero la culpa del fracaso se la colgarán a Gonzalo Caballero. Es su tiempo y desconcierta que todavía no se conozcan movimientos mientras los candidatos de los otros partidos ya patean la calle.   

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