Ourense

Galería | Viaje a contraluz al interior del rural ourensano

Un viaje al interior del rural saca a la luz los problemas del abandono, los tabúes de los censos fantasma, las iniciativas para mejorar y un libro de recetas para tener las aldeas como una patena sin esfuerzo. Una lucha diaria contra el abandono.

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Maruja, de Filgueira ( O Irixo) con sus vacas y sus ovejas, "as únicas que hai na zona", y que sirven de desbroce natural al pueblo. (Fotos: Miguel Ángel)

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Hórreos de Marnotes (O Irixo), una seña de identidad. // Miguel Ángel

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Ni siquiera queda en pie el cartel que da la bienvenida a Gabián. // Miguel Ángel

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Manolo Cerdeira y Aurelio Lorenzo, de O Irixo. // Miguel Ángel

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Tres de los gatos que dominan Gabián, donde no hay vecinos fijos, pese a que el censo diga lo contrario. // Miguel Ángel

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Florentino Pérez, en la bella aldea de Marnotes. // Miguel Ángel

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Los gatos "tomaron" esta marquesina. // Miguel Ángel

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Maruja, de Filgueira ( O Irixo) con sus vacas y sus ovejas, "as únicas que hai na zona", y que sirven de desbroce natural al pueblo. (Fotos: Miguel Ángel)

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En Gabián (Boborás) vivían hasta hace dos meses dos mujeres, pero ya no queda nadie. "Leváronas para O Carballiño", apunta la única persona que, durante el día, está en el pueblo, un obrero que realiza unos apaños en una vivienda. "Aquí só vos quedan gatos",

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Maruja, de Filgueira ( O Irixo) con sus vacas y sus ovejas, "as únicas que hai na zona", y que sirven de desbroce natural al pueblo. (Fotos: Miguel Ángel)