Problemas para atraer a jóvenes por las oscilaciones en el precio de venta y la elevada inversión inicial
El relevo generacional en el sector de la patata en A Limia no está garantizado o, al menos, eso es lo que opinan los técnicos del Centro de Desenvolvemento Agrogandeiro de Xinzo. "La media de edad en el sector productor es de más de 50 años", señala Francisco Prol, técnico del Inorde. "Dentro de 10 años más del 60 por ciento de los agricultores de A Limia estarán jubilados", añade. En la actualidad, trabajan en la comarca cerca de 300 productores de patata y la incorporación al sector de jóvenes agricultores, aunque es la mayor de toda la provincia de Ourense, se está produciendo de manera "muy lenta", según explica el técnico del Centro Agrogandeiro limiano, entidad dependiente del Inorde.
Existen varios factores que explicarían este "envejecimiento" en la profesión. El primero de ellos está relacionado con la rentabilidad económica y con la incertidumbre que se sufre en cada cosecha ya que, además de los precios, hay que tener en cuenta otros factores externos para poder obtener "una buena producción". "El precio de la patata es un diente de sierra. Pongamos como ejemplo a un productor que cultiva, durante un año entero, 20 hectáreas de patata.
Si el precio de venta en ese periodo no supera los cinco céntimos por kilo, podría tener unas pérdidas de 100.000 euros. Los riesgos son muy grandes", explica Francisco Prol. "Claro que si se valora el producto como ocurrió el año pasado, en torno a los 35 céntimos, los beneficios pasarían a duplicarse o, incluso, a triplicarse", añade. En todo caso, el técnico apunta a que la estimación de los beneficios, debería de hacerse "a cinco años vista".
Por otra parte, la inversión inicial que debe hacer un productor de nueva incorporación es muy elevada. "Ascendería a los 500.000 euros", señala Prol. Incluiría el pago de los medios necesarios para el desempeño de la actividad: tractor, cosechadora, remolque o tubos para riego, entre otros elementos.
Por todos estos motivos, lo más habitual es "que los nuevos productores hereden una explotación familiar y se acojan a las distintas ayudas que ofrecen las administraciones". Esto es lo que hicieron tres jóvenes de la comarca de A Limia: José Benito Casas, del pueblo de Fiestras; Julio Manuel Montero, natural de A Porqueira, y Óscar Joga, de la localidad limiana de Paredes. Los tres coinciden en que la inversión inicial para comenzar "es muy elevada".
Jóvenes agricultores de la comarca
José Benito Casas :"Acollinme ás axudas de Medio Rural e creei unha sociedade coa miña nai. O meu pai, agricultor de toda a vida, xa está xubilado. É unha profesión que che ten que gustar e na que tes que invertir moito tempo e diñeiro. Por desgraza os contratos non subiron de prezo e o que tes que pagar para poder producir, si".
Julio Manuel Montero: "Eu antes traballaba no Concello de Porqueira. Incorporeime á actividade agraria recentemente a través dunha sociedade coa miña nai. Grazas ás axudas da administración puiden facelo porque comezar unha persoa sola, de cero, é inviable. Na agricultura non hai prezos estables, pero hoxe en día non hai ningún traballo seguro".
Óscar Joga: "Eu herdei a explotación dos meus pais, co cal, xa contaba con varios medios para a producción. É unha explotación pequena polo que teño que compatibilizar o meu traballo no campo, cunha segunda actividade. Aínda así voume acollendo ás axudas que podo co obxectivo de mellorar. Quero crecer na profesión porque disfruto con ela".
